Hasta el 27 de abril, segundo Domingo de Pascua, puede visitarse en la Curia Metropolitana de Granada (Plaza Alonso Cano, s/n) de forma gratuita la exposición de pintura «Vía Lucis: camino de la luz», de la artista argentina afincada en Londres Mª Inés Aguirre.
Se trata de una muestra de pintura de obas colorista y luminosa que evoca la alegría de ser cristiano y de vivir en Cristo. La exposición se compone de 33 obras variadas, principalmente óleos, y cerámicas, pasteles e impresiones digitales entre otros. Se trata de una colección de pinturas y cerámicas que plasma la huella que ha dejado en la artista la contemplación y meditación de las estaciones del via crucis, via lucis y distintospasajes significativos de la vida de Cristo, entre los que tienen un peso específico los relativos a su Pasión, Muerte y Resurrección.
La exposición puede visitarse hasta el domingo día 27 de abril, en horario de lunes a viernes, de 10 a 13:30 horas, y los domingos, de 11 a 14 horas.
En la actualidad, la obra de María Inés Aguirre se encuentra en los cinco continentes y sigue recibiendo continuos encargos internacionales. Asimismo, Mª Inés Aguirre ya expuso en Granada en el año 2012 en la sala de exposiciones del Centro Cultural Gran Capitán.
Sobre la autora
Mª Inés Aguirre, más conocida por como MIA por las sigas de su nombre, es argentina y se graduó en la Universidad de Bellas Artes de Tucumán, donde fue alumna del artista Ezequiel Linares. En Buenos Aires trabajó como asistente de serigrafía de Bruno Janello.
En 1988 logró una beca del gobierno argentino para viajar a Italia y ampliar sus estudios bajo la guía del artista Fabrizio Plessi en la Academia de Bellas Artes de Venecia. Tras finalizar su estancia en Venecia, se trasladó a Certosa de Vigodarzere, Pádova, donde instaló su estudio. Una vez establecida en Italia, comenzó a exponer en diversos países, destacando los encargos de varios murales en Taiwán para la prestigiosa casa Otto Desing y en Sölden, Austria.
MIA ha definido la presente exposición con estas palabras: «Mi exposición del Camino de la Vida y del Camino de Luz es una interpretación de los altibajos de la vida del hombre contemporáneo, tal y como se reflejan en el estado de nuestra alma. Albergo la esperanza de que estas imágenes permitan que nuestros ojos hablen a cada uno sobre lo que las palabras no son capaces de comunicar. Para mí cada color tiene una resonancia musical que conecta con distintas emociones. Por esa razón estas obras son contemplaciones, incluso oraciones, acerca de las emociones provocadas por la Pasión de Cristo».
