Alocución de D. José Ignacio Martínez ante la Sagrada Imagen de la Santa Cena y María Santísima de la Victoria con su cofradía a su llegada a la Catedral el Domingo de Ramos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, del Evangelio según San Mateo: “Y mientras comía, Jesús tomó el pan y lo bendijo, lo partió y dándoselo a sus discípulos dijo: “Tomad, comed, esto es mi cuerpo, tomó luego un cáliz y dadas las gracias se lo dio diciendo: ‘Bebed de él todos porque esto es mi sangre de la alianza derramada por muchos para remisión de los pecados”.
San Juan María Vianney, el cura de Ars, decía: “La Eucaristía produce en el alma como un golpe de fuego, un fuego que está apagándose pero en el que todavía hay muchas brasas”. Señor de la Cena, enciende esta noche un deseo profundo de ti y un compromiso, que todos los que estamos aquí, que todos los que nos oyen, que nunca Señor me aleje de ti y de los sacramentos. Por esta hermandad, por su unidad y amor a la Iglesia, y en especial en esta estación de penitencia ponemos en tus manos Señor a los jóvenes, que nunca se alejen de ti Señor y de la vida de la Iglesia. Rezamos juntos:
Padrenuestro que estás en el Cielo,
santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu Voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén
D. José Ignacio Martínez
Vicario Territorial de la Vicaria II
