“Señor, compartiendo Tu Cruz sabemos que en cualquier situación todavía es posible construir, edificar y generar esperanza”

Alocución de D. Francisco Tejerizo, Vicario de la ciudad, ante la Sagrada Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Merced en su estación de penitencia en la Plaza de las Pasiegas, el Miércoles Santo.

Del Santo Evangelio según San Marcos:

Jesús llamando a la gente y a sus discípulos les dijo: “El que quiera venir en pos de Mi que se niegue a Sí mismo, cargue con su cruz y me siga, porque quién quiera salvar su vida la perderá, pero quién pierda su vida por Mi y por el Evangelio la salvará. Pues, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?

Jesús Nazareno, que propones tu mismo camino porque ningún discípulo es más que su maestro. Sabemos que la cruz no es solo sacrificio, sino que también es donación, y sabemos también que en la vida se hace precisa la generosidad de la entrega gratuita para tener y dar vida. Así, por ejemplo, se puede recordar a tantos padres y madres de familia que se desviven precisamente para dar vida a sus hijos. A tantos educadores que se esfuerzan por enseñar a sus alumnos, o tantos médicos que se preocupan por sus pacientes en horas intempestivas. La cruz siempre es compartida porque tiene repercusión en los hombres. Contigo, Señor, compartiendo Tu Cruz, sabemos que en cualquier situación, incluso en el mayor sufrimiento y mal, todavía es posible construir, edificar y generar esperanza. Y esto es así, porque siempre tiene sentido aliviar el sufrimiento, y siempre es posible la compasión.

Te pedimos, Señor, por esta hermandad que desea seguirte por el camino de la cruz, también por las Hermanas Carmelitas donde esta comunidad tiene su sede, que ellas, y todos nosotros nos atrevamos a vivir aquellos que no dijo y enseñó Teresa de Jesús: “En estos tiempos recios hacen falta amigos fuertes de Dios”.

Padrenuestro que estás en el Cielo,
santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu Voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén

 

D. Francisco Tejerizo
Vicario de la ciudad de Granada

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