Un centenar de niños celebraron la Navidad «pidiendo posada» en Granada, rememorando así el nacimiento del Niño Jesús. En torno a un centenar de niños y niñas, acompañados por adultos, participaron el lunes por la tarde en “Pedir posada”, una iniciativa organizada por el Centro Cultural Nuevo Inicio, del Arzobispado de Granada, que tuvo lugar el lunes por la tarde, en la sede del CC. (Plaza Alonso Cano, s/n. Edif. Curia Metropolitana) como punto de encuentro.
“Pedir posada” es una tradición mexicana que consiste en un recorrido por cuatro lugares, que realizaron los niños por las calles de Granada, pidiendo alojamiento, rememorando así el recorrido que San José y la Virgen María iniciaron momentos antes de que la Madre de Dios alumbrara al Niño Jesús en el Portal de Belén.
Los niños y niñas salieron desde la sede del Centro Cultural, en el Edificio de la Curia Metropolitana, donde estuvieron ensayando villancicos, en dirección a la Capilla Real, primer lugar en el que les denegaron la posada, siguiendo así la tradición popular mexicana, según la cual se cantan cuatro letanías: en tres de ellas se pide posada y se deniega, y en la cuarta, se solicita y se concede.
En la Capilla Real, el Vicario General y Capellán de la Capilla Real, D. Manuel Reyes, atendió a los niños, quienes cantaron villancicos y fueron obsequiados con dulces y tarjetas de felicitación de Navidad.
Durante el recorrido, se fueron sumando cada vez más niños y algunos de ellos ataviados con trajes típicos propios de la Navidad.
El recorrido se completó con una parada en la C/ Estribo, nº 10 y el Hotel Gar Anat, en la Placeta de los Peregrinos, nº 1, donde fueron obsequiados con tarta de manzana y chocolate, hasta llegar al Monasterio de San José de las Madres Carmelitas Descalzas (Plaza de San Juan de la Cruz, s/n), donde finalmente se concedió el alojamiento. Allí, los pequeños y mayores tuvieron ocasión de cantar villancicos con las monjas y compartir un rato de conversación con ellas.
Finalmente, la comitiva de niños y adultos regresó a la sede del Centro Cultural, en la Curia Metropolitana, donde hubo una fiesta con una gran piñata y se adoró al Niño Jesús, cantando villancicos, que concluyó con una oración final todos juntos.