Pasión por el mundo árabe fruto de una amistad

Entrevista a la profesora Rocío Daga, cristiana y experta en Islam, que ha participado en el Curso de verano y Congreso internacional “La política como teología”, celebrado en la Archidiócesis del 25 de junio al 1 de julio.

Rocío Daga es una mujer discreta y tímida. Pero su rostro se ilumina y sonríe tímidamente cuando recuerda la persona que le comunicó una pasión por los estudios especializados en el mundo árabe que hoy continúa. De eso hace casi tres décadas y la persona a la que se refiere es nuestro Arzobispo de Granada, Mons. Javier Martínez, por aquel entonces obispo auxiliar de Madrid y que con posterioridad fue Presidente de la Comisión de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española. Está estos días en Granada procedente de Alemania, donde vive desde hace 25 años con su marido, para participar en una ponencia sobre la tradición religiosa del Islam, de la que es experta.

Rocío Daga hizo sus estudios semióticos en la Universidad de Granada en el año 1990. Dedicó tres años en la Universidad de El Cairo y realizó estudios complementarios de lengua y cultura árabe en la Universidad americana de El Cairo. Su área de especialización es la ley islámica, en particular en relación con otras religiones. Hizo su postdoctorado en la universidad de Princetown (EE.UU) y desde el año 1994 fue profesora adjunta de diversas universidades alemanas. Mantiene contacto con universidades del Medio Oriente, especialmente en El Líbano y Egipto.

Daga ha participado en la V edición del Curso de verano y Congreso internacional “La política como teología”, con la ponencia “Religión en el Islam: una perspectiva histórica”. Este Curso de verano está promovido por nuestro Arzobispo Mons. Javier Martínez y organizado por el Instituto de Filosofía “Edith Stein” de la Archidiócesis, la Facultad de Filosofía de la Universidad Juan Pablo II de Cracovia y el Centro Internacional para el Estudio del Oriente Cristiano (ICSCO) en Granada, en colaboración con otras organizaciones como el Centro de Teología y Filosofía de la Universidad de Nottingham, el Centro para el Pensamiento de Juan Pablo II en Varsovia, el Instituto de Teología “Lumen Gentium” de Granada, The Ecclesial University Project y el Colegio Saint Joseph, ambos de Estados Unidos, y la Editorial Nuevo Inicio.

– Rocío, ¿por qué es importante este Curso?

Es un regalo estar aquí porque es un marco donde se hacen preguntas que normalmente no se pueden hacer en una universidad. Es pensar juntos y pensar lo que son cuestiones académicas, pero desde el punto de vista de una relación personal y de una idea de conocimiento que va mas allá que la mera información.

– En el marco de este Curso has participado con una ponencia titulada “Religión en el Islam: una perspectiva histórica”. ¿Cuáles son las claves que les has querido comunicar a los asistentes?

Que existe una historia del Islam. Existe una historia en el concepto de religión en la historia de la civilización islámica y que realmente hay mucha terminología del Islam clásica que en la época moderna se ha impregnado de una ideología que tiene raíces, también cosas comunes, con las ideologías occidentales. Porque el fundamentalismo islámico se ha desarrollado entre las dos guerras mundiales y ha sido el desarrollo de unas ideologías paralelas a las ideologías fascista y comunista en occidente. Es un poco expresar cómo el Islam moderno reflexiona sobre sí mismo con categorías occidentales sin ser fiel en gran parte a su tradición de la época clásica.

– Cada vez más vemos que la presencia del Islam en nuestras sociedades occidentales es más evidente. Eres cristiana y como experta en Islam eres conocedora de esta tradición religiosa. ¿Cómo podría ser posible un encuentro entre Cristianismo e Islam? Y aún más, ¿es posible algún punto de unión entre tradición cristiana y tradición islámica?

Ahora mismo me fascina, y es un tema de investigación, y que veo que es un punto de encuentro es el concepto de “tradición”. En el Islam, este concepto de tradición se llama “sunna” y a veces incluso los mismos musulmanes no tienen muy claro que este concepto es un concepto de una tradición viva, que realmente lo que supone que se transmite de generación a generación y es el bien común de las sociedades, de la experiencia de una comunidad que se transmite de padres a hijos. Pienso que aquí habría que reflexionar más sobre esa tradición viviente que realmente nos une a todos y que realmente es una muestra, es una demostración de que existe el bien en la comunidad de musulmanes y no se trata simplemente de una política sin más. Es decir, es algo que en la modernidad ha desviado y ha deformado esta tradición simplemente por haber convertido una cultura de tradición oral en una cultura de tradición escrita; la idea de tradición y de los valores que se transmiten en la familia como que quedan desvirtuados.

– Volviendo a tu intervención en el curso “La política como teología”. La política y religión van muy de la mano en el Islam. ¿Es que hay un Islam más político que religioso, o viceversa?

El Islam es muy plural, hay muchos grupos, hay muchos tipos de Islam, ya empezando por sunitas y chiitas, pero dentro del sunismo también. La espiritualidad se encuentra sobre todo en el mundo de los sufíes. El Islam político es una ideología que se ha desarrollado en la modernidad y hay una serie de causas por la cual esta ideología se ha desarrollado sobre todo en la lucha contra el colonialismo y la influencia de las ideologías políticas también occidentales. Existe un Islam político y existe un Islam de tradición dentro de las familias de una tradición de valores de generación a generación, y existe una tradición de algo más personal como es el sufismo.

– Vives en Alemania, tienes estudios especializados en Islam y eres cristiana. ¿Cómo surgió la decisión de prepararte en este ámbito?

Es una buena pregunta. Yo creo que casualidad, aunque no hay casualidades en este mundo. Tenía interés por la teología, por conocer el alma humana. En España no era una salida para un laico. Entonces, pensé en hacer algo con una tradición cultural en la que la religión jugaba también un papel importante.

En realidad, hay una historia bonita detrás de esto y es la historia de una amistad. Mi vocación por el mundo árabe ha sido gracias al Arzobispo, D. Javier. Cuando estaba de becaria un verano en El Cairo conocí al que era entonces obispo auxiliar de Madrid que viajaba con unos estudiantes. De ahí surgió una amistad, un interés y una pasión por el mundo árabe que me transmitió. Y me transmitió de tal forma que nunca pude olvidarme de esto. Y esta pasión me ha llegado a seguir en mi trabajo y a hacerlo de una forma más allá de lo que es una investigación meramente académica. Por esto, le estoy muy agradecida.

Paqui Pallarés

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