Clausura de esta Semana el día 11 en el monasterio de la Cartuja, donde nuestro arzobispo abordó cómo cambia nuestra vida y nuestro corazón cuando acogemos a Cristo en nosotros.
En presencia de Dios y en actitud de adoración y oración al Señor. Así concluyó el pasado viernes 11 de enero la Semana de Juventud Cofrade, organizada por primera vez en nuestra diócesis con la Pastoral Juvenil y dirigida a los jóvenes de hermandades y cofradías, así como de toda la Diócesis.
En la última de las cuatros jornadas celebradas, que se llevó a cabo en el monasterio de la Cartuja con una oración y adoración al Santísimo Sacramento, nuestro arzobispo D. Javier Martínez abordó cómo Cristo actúa en nosotros y cambia nuestro corazón y nuestra vida. De esta forma, Mons. Martínez continuaba así con la alocución iniciada el día anterior en la que abordó las heridas en el corazón humano y dramas existentes en el hombre y la mujer de nuestro siglo XXI.
Tras la lectura del Santo Evangelio, Mons. Martínez también abordó qué sucede cuando encontramos a Cristo y cómo este hecho “da sentido a nacer y morir, a la alegría y la tristeza, a cada paso y circunstancias de la vida”. Un encuentro cuyo primer signo –explicó nuestro arzobispo- “es un gusto por la vida”, ya que “la vida se hace más bonita y en la que cada uno es protagonista y una aventura digna de vivirse que nos llama a adentrarnos en la incógnita que es la vida”. Y “encontrar a Jesucristo es encontrar el amor”. Esta es la novedad que trae Cristo: el amor infinito, sin límites, que sucede y nos llega como “algo imprevisto y como un regalo”. “Encontrarse con Cristo es encontrarse con ese amor que permite vivir y disfrutar la vida”, y que no es la ansiedad de poseer cosas o personas, sino con “la alegría de estar rodeaos de regalos, todos ellos signo de un amor sin límite y sin condiciones”, explicó.
En sus palabras, nuestro arzobispo señaló como segunda novedad que nace de ese encuentro con Cristo que cambia nuestro corazón “el amor a nuestros hermanos”, al mismo tiempo que aludió al pueblo santo de Dios y nuestra pertenencia a él, que genera comunión entre sus miembros. “Esa comunión es imposible para cualquier persona y proyecto humano. Sólo la hace Dios posible para el corazón sencillo y humilde”.
Antes de concluir, Mons. Martínez pidió tener presentes en nuestras oraciones a los dos diáconos –Alejandro Anguís y David Salcedo- que ayer domingo día 13, fiesta del Bautismo del Señor, recibieron el Orden Sacerdotal en la Catedral, para que el Señor les ayude a vivir con la conciencia de que gastar la vida para construir el pueblo cristiano merece la pena.
En esta clausura de la I Semana de Juventud Cofrade participaron cofrades, jóvenes, seminaristas, formadores del Seminario, Hermanitas del Cordero y fieles en general que han querido sumarse a la convocatoria.
La I Semana de Juventud Cofrade, que se ha celebrado del 8 al 11 de enero, contó con anterioridad con las intervenciones en el Centro Cultural del Arzobispado, el martes día 8, de Mons. Orozco, Obispo de Guadix, y el miércoles día 9 con un equipo de jóvenes cofrades y su Delegado diocesano de Pastoral Juvenil.
Paqui Pallarés
Directora Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada