Mons. Javier Martínez presidió la Eucaristía en la Abadía del Sacromonte, el pasado día 7, a la que asistieron las autoridades de la ciudad y tras la cual se celebró la romería popular en los alrededores y se visitaron las Santas Cuevas.
Durante la homilía, nuestro Arzobispo recordó cómo “el amor de Dios “que se nos ha entregado en el nacimiento en la Encarnación del Hijo de Dios” ha inaugurado en la historia “un modo distinto de percibir la humanidad, de percibirnos a nosotros mismos, de generar, concebir y vivir las relaciones humanas a todos los niveles”.
“Dios te ama, Cristo ha venido por ti”, recordó D. Javier Martínez mencionando a Juan Pablo II para explicar cuál es el acontecimiento cristiano. “Dios no se impone de forma violenta a nuestra inteligencia, libertad, sino que es un amor que atrae la belleza, que seduce, es el buen gusto que nos libera de nuestras esclavitudes provocada por nuestra propia condición. Ése es el Dios cristiano, mucho más cercano que el Dios que había percibido Israel. Tan cercano que se ha hecho uno con nosotros y podemos considerarle como compañero de camino”, explicó nuestro Arzobispo.
“Ser cristiano no es ser más bueno o menos bueno, sino haber conocido ese amor y poder vivir nuestra vida y muerte de la mano de Jesús de Dios”.