Un centenar de personas representaron el Vía Crucis, acompañado en su recorrido desde su inicio en la S.I. Catedral por miles de fieles.
En la tarde-noche de ayer tuvo lugar en Granada, por primera vez, el Vía Crucis Viviente, en el que participaron un centenar de fieles del pueblo de Atarfe para llevar a las miles de personas, que lo acompañaron desde el inicio, la Pasión y Muerte de Jesucristo, en lo que fue un verdadero tiempo de oración y reflexión de cara a la Semana Santa.
Fueron 15 estaciones por las calles del centro de Granada las que formaron el Vía Crucis, llevadas adelante por niños, jóvenes, adultos y mayores, vestidos con atuendos de la época, representando a los hebreos, romanos, los discípulos, los Sumos Sacerdotes y a la Virgen María y a Cristo, quienes en la realidad son también madre e hijo. El Vía Crucis estuvo acompañado en todo momento por el Arzobispo, Mons. Javier Martínez, y comenzó en la S.I. Catedral, donde tras sus palabras en las que invitaba a vivir profundamente el Vía Crucis y a tomar conciencia de que no era una representación teatral sino un momento verdadero para encontrarse con el Señor, comenzó la lectura y reflexión de la Primera Estación, la Oración en el Huerto de los Olivos. Tras la representación también del Prendimiento de Jesucristo salieron junto a las más de mil personas que abarrotaban la Catedral a la Plaza de las Pasiegas, también repleta, y comenzó el camino por las calles de Granada para volver otra vez a la misma plaza, ante la Catedral, para el momento de la Crucifixión.
Cada Estación comenzaba con la lectura de la reflexión, mientras se representaba cada uno de los momentos de la Pasión de Cristo y terminaba con el rezo del Padrenuestro, antes de seguir el recorrido junto a Jesús, que ya cargaba la cruz en sus espaldas y que caía hasta tres veces como narran los Evangelios. A medida que iba avanzando y el Señor se iba acercando a la Cruz, crecían los momentos de emoción y oración entre las personas que acompañaban el cortejo, impresionados por los momentos de encuentro entre Jesús y su Madre. Una vez llegados al «Calvario», situado encima de las escalinata de Pasiegas, el silencio y el recogimiento se hicieron ante el levantamiento de la Cruz y la representación de la Muerte de Nuestro Señor, que dio paso al abrazo de María con su Hijo muerto y al Santo Entierro, momento en el que culminó el Vía Crucis Viviente, tras la entrada del cuerpo del Señor en la Catedral.
Fue una tarde de oración, recogimiento, de catequesis y de encuentro con el misterio de la Pasión y Muerte de Jesucristo a la espera de su Resurrección en la noche de Pascua.
Además de los fieles de la parroquia de la Encarnación de Atarfe, estuvo su párroco y Vicario Territorial de la zona, D. Eduardo García, que contaron en la organización con la colaboración de Real Federación de Hermandades y Cofradías de Granada. La idea de comenzar este año a realizar este Vía Crucis Viviente surgió tras la buena experiencia que el año pasado tuvo lugar en Atarfe, donde sus fieles lo realizaron por primera vez. Tras la jornada de ayer en la capital granadina, los participantes repetirán su representación también el Domingo de Ramos, en Atarfe, y el Viernes Santo, en Cogollos Vega.
En los próximos días habrá disponibles en www.archidiocesisgranada.es una galería de fotos y un vídeo resumen de lo acontecido en el Vía Crucis Viviente por Granada.