Con motivo del segundo aniversario de su fallecimiento, el pasado 15 de abril, tuvo lugar en la Catedral de la ciudad, presidida por el Delegado para el Clero, D. Blas Gordo. “Dos años después de su muerte, queda en nosotros la invitación a recuperar el sabernos discípulos, a darle contenido al nombre de cristianos, que en muchos se ha quedado como una simple denominación pero que necesitamos ser ayudados a recuperar este sentido profundo de aquél que sigue a Jesús como maestro y pastor de su vida”, señaló D. Blas Gordo en su intervención durante la homilía.
D. José Méndez, Arzobispo de Granada durante dieciocho años, entre 1978 y 1996, fue “un hombre de oración y de Dios que se fue curtiendo en su trabajo como padre espiritual en Almería y después en distintos lugares donde ejerció su ministerio episcopal”, señaló el Delegado para el Clero.
Asimismo, en su recuerdo, D. Blas Gordo insistió en la invitación que D. José Méndez nos deja para que “sea la gracia de Dios la que vaya presidiendo aquello que nosotros hacemos”.