La Pastoral de la Carretera de la Archidiócesis de Granada invita en este mes de mayo a todas las parroquias de nuestra diócesis a ofrecer la Eucaristía y su oración por las familias que han perdido a un ser querido en accidentes de tráfico.
Enjugar las lágrimas es el lema de esta intención que se aplicará en este mes de mayo a todas las personas necesitadas de consuelo a causa de la pérdida de un ser querido en accidente de tráfico. La Pastoral diocesana de la Carretera tiene como misión acompañar y dar aliento desde la Iglesia a los familiares de las víctimas y las personas que sufren por la pérdida, o también que han sido víctimas en primera persona de un accidente. Por ello, se invita en este mes de mayo a todos los sacerdotes y comunidades parroquiales de Granada a que puedan ofrecer la Misa y rezar por esta intención en solidaridad con el dolor y el sufrimiento de las familias que pasan por una pérdida.
De esta forma, e inspirada en el versículo “Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré”, esta iniciativa tiene como objetivo recordar ante el altar del Señor en cada Eucaristía a todas las personas que han sufrido accidentes de tráfico dejándoles graves secuelas, a las que han perdido algún ser querido trágicamente y a todas aquellas, que por esta causa, están sufriendo de alguna forma.
“Debemos acoger, consolar, dar cariño, escuchar y acompañar a todas las familias que han vivido la pérdida de algún miembro a causa de un accidente de tráfico. Desde la Pastoral de Carreteras queremos acogerlas y acompañarlas ya que la misericordia de Dios no tiene límites”, afirmó D. Freddie Banua, delegado de la Pastoral de Carretera en Granada.