«Dios me dio fuerza y una seguridad impensable»

La hermana Paciencia Melgar, víctima y superviviente del virus del ébola en Monrovia (Liberia) y con cuyo plasma salvó la vida de la auxiliar de enfermería Teresa Romero en Madrid, da su testimonio a los granadinos, durante su estancia de varios días en nuestra ciudad. En la tarde de hoy jueves estará en el Colegio de Médicos de Granada.

Paciencia Melgar es misionera de la Inmaculada Concepción, enfermera, natural de Guinea Ecuatorial, enviada por su Congregación hace unos años a Liberia, y hasta poco menos de un año una mujer desconocida.

El virus del ébola le puso en el ojo mediático, porque, tras superar esta enfermedad en Liberia, donde fallecieron otros hermanos y compañeros del Hospital Saint Joseph de Monrovia (Liberia), donó plasma para la curación de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, en Madrid.

Paciencia Melgar se encuentra estos días en Granada –en un recorrido que le lleva por diversas ciudades españolas, como Madrid, y después de Granada, rumbo a Barcelona- ofreciendo su testimonio frente al virus del ébola, que hace estragos en algunos países del África Occidental, como Liberia o Sierra Leona; un virus que les sobrevino sin conocer cómo se originaba ni cómo se contagiaba, y ante el que tuvieron que hacer frente con escasísimos recursos para evitar su propagación, tal y como ella misma explicó a los asistentes a la charla-testimonio que ofreció en el Centro Suárez el miércoles por la tarde. Su estancia en Granada ha sido posible gracias a la Orden de San Juan de Dios y a la familia comboniana. Ésta última acaba de otorgarle hace unos días el Premio Mundo Negro a la Fraternidad 2014 por el trabajo de cuidado y atención a los enfermos del Hospital Saint Joseph, gestionado por los hermanos de San Juan de Dios. En este centro hospitalario varios miembros del equipo sanitario fallecieron a causa del virus, entre ellos la hermana Chantal Pascaline y el hermana Miguel Pajares.

«DIOS ESTABA ALLÍ»

«Dios estaba allí», afirmó la hermana Paciencia al referirse al modo como afrontó esta enfermedad en ella y en quienes le rodeaban. Afrontó los fallecimientos de otros hermanos como Chantal Pascaline, Miguel Pajares y Manuel García Viejo, trasladados a España para su curación. De hecho, cuenta la misionera de la Inmaculada Concepción que las autoridades no quisieron trasladarla a nuestro país por no tener la nacionalidad, pero, una vez curada, solicitaron su presencia para donar plasma que salvase la vida a Manuel García Viejo. No llegó a tiempo; el mismo día que llegaba a Madrid, el misionero García Viejo fallecía.

La hermana Paciencia, que da gracias a Dios por su recuperación, narró a los asistentes el suceder de los días en el hospital de Monrovia desde el momento en que las primeras fiebres aparecieron, y su desconocimiento ante esta enfermedad, así como el miedo que crecía cada vez que se descartaba alguna otra enfermedad posible asociada a esos síntomas febriles, como la tifoidea, el dengue o la malaria.

En medio del desconcierto, del temor, la impotencia, el dolor de perder a personas cercanas víctimas del virus, y del sufrimiento y estragos de este virus experimentado en la propia vida, la hermana Paciencia afrontó la enfermedad «con certeza. Dios estaba allí. Me dio una serenidad y una fuerza impensable en otra circunstancia», explicó. Todos los días rezaba y todos los días oraba el Santo Rosario a la Virgen de Medjugore, el mismo rosario que hoy le sigue acompañando en el bolsillo de su abrigo allá donde va.

Por otra parte, la hermana Paciencia ha lamentado que a este virus, con los estragos que ha ocasionado en la población africana, sólo se le haya prestado atención cuando ha alcanzado a alguna persona de Europa o Estados Unidos, y los gobiernos hayan tardado tanto tiempo en actuar frente a él. Asimismo, ha apelado a la solidaridad y a la ayuda de todos hacia nuestros hermanos del continente africano, especialmente del África Occidental que sufren el virus como Sierra Leona o la República Democrática del Congo, además de Liberia, en cuya capital, Monrovia, se encontraba el hospital católico que sufrió el contagio.

CHARLA-COLOQUIO EN EL COLEGIO DE MÉDICOS

En Granada, entre otros momentos de su estancia en nuestra ciudad, la hermana Paciencia ha visitado el Hospital San Juan de Dios y hoy jueves, día 5, a las 18 horas, volverá a dar su testimonio a los asistentes a la charla organizada por el Colegio Oficial de Médicos de Granada, en colaboración con la Orden Hospitalaria San Juan de Dios.

La charla-coloquio se titula «El ébola contado por sus protagonistas» y se lleva a cabo con motivo de la reapertura del Hospital Saint Joseph en Monrovia (Liberia), que tuvo lugar el pasado mes de noviembre. Además de la hermana Paciencia Melgar, víctima y superviviente de la enfermedad, en esta charla-coloquio intervendrán también Jaime Calvera, Director de la Revista «Mundo Negro»; el Hermano de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios José María Viadero, responsable de la reapertura del Hospital Saint Joseph de Monrovia; el Dr. Juan José Rodríguez Sendín, Presidente de la Organización Médica Colegial de España; el Dr. Guillermo Vázquez Mata, Asesor de Cooperación de la Organización Médica Colegial de España; y el Dr. Javier de Teresa, Presidente del Colegio de Médicos de Granada

La charla-coloquio tendrá lugar en la sede del Colegio de Médicos (C/ Andrés Segovia,) 53, hoy jueves, 5 de febrero, a las 18 horas.

Paqui Pallarés

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