El pasado 1 de febrero se celebró en Granada la festividad de su Patrón, San Cecilio, primer obispo y mártir de la ciudad.
El Arzobispo de Granada, Mons. Javier Martínez, presidió la Eucaristía en la Capilla de la Abadía del Sacromonte, por el rito hispano-mozárabe, como se lleva haciendo desde el año 2000, con motivo del nuevo Jubileo.
La Misa fue concelebrada por el Cabildo de la Abadía, formado por D. Alberto Espinar Lara, D. Francisco Alonso Rubio, D. Sergio Fajardo López, D. José Alberto Fernández Pérez, D. Antonio Fernández Siles, D. Juan Sánchez Ocaña, D. José Antonio Vinuesa García, D. David Cuerva Expósito y D. Federico Rodríguez Ratia, así como los canónigos eméritos D. Jesús Blanco Zuloaga, D. Andrés Molina Molina y D. Manuel Barrancos González.
En el tradicional rito hispano-mozárabe estuvo acompañando musicalmente el Coro Litúrgico de la Abadía del Sacromonte, dirigido por D. Jesús Blanco Zuloaga. Entre los asistentes a la celebración eucarística estaban los antiguos alumnos del Colegio del Sacromonte, miembros de la Comunidad Eclesial de la Abadía y hermanos de la cofradía del Sacromonte.
En su homilía, Mons. Javier Martíne señaló que “no hay renovación de la Iglesia si no volvemos a los orígenes, si no volvemos a las fuentes, si no volvemos a la sucesión apostólica, a la fidelidad, al acontecimiento original cristiano, que es el acontecimiento de Cristo y origen de una historia humana bellísima sembrada de sangre de mártires desde los orígenes. Que la presencia del Evangelio en Granada es tempranísima lo prueba sencillamente (…), el Concilio de Elvira, antes incluso de la conversión de Constantino al cristianismo”.
“Celebrar en estos momentos, a comienzos del siglo XXI, la fiesta de San Cecilio, en este lugar, y en el antiguo rito hispano, que los cristianos mozárabes que vivían sometidos al poder musulmán, ante los años de la ocupación musulmana, conservaron sencillamente, (…) es para nosotros una ocasión de dar gracias. Tenemos muchas vocaciones en Granada de dar gracias por ser hijos de una tradición cristiana de humanidad”, señaló D. Javier Martínez.