En torno al altar y en acción de gracias se ha congregado la comunidad de miembros del Movimiento Comunión y Liberación de Granada. En acción de gracias por la vida y el carisma nacido a partir de la fe vivida y comunicada por Don Luigi Giussani, sacerdote italiano de cuyo fallecimiento se han cumplido ahora 14 años.
La Santa Misa en el aniversario del fallecimiento de Don Giussani, como es conocido en Comunión y Liberación, tuvo lugar en la iglesia parroquial del Sagrario-Catedral en Granada, el pasado viernes día 22, el mismo día del aniversario de su fallecimiento ocurrido en 2005 en Milán. La Santa Misa fue presidida por el Arzobispo Mons. Javier Martínez. Una Eucaristía que también se está llevando a cabo en otras diócesis españolas con presencia de sus miembros, y que también fue de acción de gracias a Dios por el XXXIV aniversario del Reconocimiento Pontificio de la Fraternidad de Comunión y Liberación.
“Celebramos este sacramento como un gesto de profunda gratitud a la historia que nos ha cautivado, a la modalidad de seguimiento del Evangelio de Jesús que nos ha abierto de par en par el horizonte del Reino en nuestra vida de cada día, a la oportunidad de reconocer al Señor en cada recodo del amino, en medio de la realdad”, expresó este Movimiento al inicio de la Eucaristía. “Celebramos un encuentro que nos cambió la vida, una propuesta que nos ha permitido vivir todo con el corazón lleno de la Presencia del Señor Resucitado, como en un nuevo nacimiento. Somos una pequeña compañía, feliz de poder recorrer juntos este bello camino”, señalaron sus miembros.
GRACIAS
En sus palabras durante la Santa Misa, Mons. Martínez recordó una de las frases que el sacerdote italiano repetía a menudo: “El santo es el hombre verdadero”. “Damos gracias a D. Giuss por haber identificado de tal manera la santidad con el hombre verdadero; por haber unido de tal manera la santidad con nuestro destino humano, con nuestra plenitud humana… Parece que es, a mi pobre juicio, probablemente la intuición más fina, más honda, más permanente también, del pensamiento de D. Giuss”, señaló el arzobispo.
“Damos gracias por haberle conocido en la historia bella que ha hecho con cada uno de nosotros, donde le hemos conocido y como le hemos conocido, y porque esa historia, a pesar de que estamos en familia y somos una comunidad pequeñita y humilde, pero esa historia sigue viva en nosotros”, señaló. “Sigue viva en mí, con el mismo entusiasmo y con mucha más solidez que cuando le conocí. Con mucha más verdad, con raíces mucho más hondas, que cuando el Señor me concedió la gracia de conocerle”, explicó Mons. Martínez.
INICIOS
El Movimiento Comunión y Liberación, presente hoy en 90 países, fue surgiendo en los año 50 a partir de las clases de religión que el sacerdote D. Luigi Giussani impartía en un instituto milanés. Su pasión por comunicar y mostrar el rostro de Cristo en cada circunstancia, las exigencias de verdad, belleza y bien que toda persona lleva en su corazón y nos vincula al Misterio, y mostrar la fe como algo razonable fueron algunos de los aspectos que cautivaron a distintas generaciones a lo largo de los años, desde Italia hasta estar presente en 90 países, entre ellos España, donde llegó en los años 80.
“No solo no pretendí ‘fundar’ nada, sino que creo que el genio del movimiento que he visto nacer consiste en haber sentido la urgencia de proclamar la necesidad de volver a los aspectos fundamentales del cristianismo, es decir, la pasión por el hecho cristiano como tal, en sus elementos originales y nada más”, decía D. Luigi Giussani.
Paqui Pallarés
Directora Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada