La Abadía del Sacromonte, defensora de la Concepción sin mancha desde el siglo XVI, celebró la festividad mariana con participación de abundantes fieles, la Cofradía del Cristo del Consuelo y los Antiguos alumnos.
Fue una mañana fervorosa que entre aquellos muros tiene resonancias de cinco siglos. La Eucaristía fue presidida por el Abad Alberto Espinar, acompañado por dos canónigos concelebrantes. La Schola Gregoriana Iliberis, dirigida por doña María Julieta Vega García-Ferrer, ayudó a la oración comunitaria con el canto de piezas gregorianas, casi todas procedentes del archivo musical de la Abadía, entre ellas el gloria y el Sanctus bellamente tropados.
El ordinario de la misa «In festivitatibus Beatae Mariae Virginis» se encuentra en una cantoral del Sacro Monte, impreso en Granada sobre pergamino por el impresor salmantino Juan Varela en 1506, por orden de fray Hernando de Talavera, el primer arzobispo de nuestra ciudad tras la Reconquista. Así lo señala la Directora de la Schola, que conoce como nadie el fondo musical de la Abadía.
Tras la Eucaristía se recorrió procesionalmente el armonioso claustro central portando a hombros la bellísima imagen de Duque Cornejo con los cantos de la Schola en cada esquina del patio. Entre las piezas gregorianas se cantó la antífona «Conceptio tua», de raigambre sacromontana , que el fundador, D. Pedro de Castro, adalid de «A María no tocó el pecado primero», pidió que le cantaran en la hora de su muerte.
Las campanas de la Abadía se oyeron en todo el valle de Valparaíso y con la caricia del sol del mediodía el paisaje de la ciudad, la Alhambra , el Albaicín y la vega que desde allí se contemplan, resplandecían como nunca.
LOS ANTIGUOS ALUMNOS EN LA ABADÍA
Como todos los años, dos días después de la solemnidad de la Inmaculada, la Asociación de Antiguos Alumnos del colegio Sacromonte celebró su asamblea anual. Con asistencia bastante numerosa, procedentes de diferentes lugares de España, comenzaron como es tradicional con la participación en la Eucaristía celebrada en la Colegiata, presidida por el canónigo archivero, profesor que fue de bastantes de los asistentes. Es de señalar que está aumentando la asistencia de los alumnos de las últimas hornadas, tocados todos por el espíritu sacromontano.
Tras la foto tradicional del grupo entre las galerías del patio, escenario de su infancia, celebraron la asamblea que dirigió el antiguo alumno Pedro Cano, Presidente de la Asociación. El saludo inicial del Presidente fue «A María…», prosiguiendo todos al unísono «no tocó el pecado primero».
Dio la palabra al gerente de la Abadía, Javier Restán, que les dio a conocer la fundación creada por el arzobispo «Fundación Abadía del Sacromonte» cuyo fin primordial es la rehabilitación del complejo abacial sin perder su naturaleza originaria. Les expuso en un montaje de imágenes las obras que se están realizando y los proyectos de futuro. Su exposición animó a los asistentes que se comprometieron a seguir colaborando como Asociación e individualmente.
Intervino después el catedrático investigador, entusiasta del archivo, Jesús M. Morata, que destacó la grandeza histórica de la Abadía y del Colegio de sus amores, presentando a continuación dos libros: Uno sobre las extraordinarias fiestas granadinas con motivo del Concilio de 1600, escrito por él, y otro sobre el movimiento inmaculista en el Sacro Monte, pionero en la defensa de la Concepción sin mancha, escrito por el archivero a petición de la Fundación.
Los trámites de rigor, el estado de cuentas de la Asociación, la reelección por aclamación del actual Presidente y de la Junta Directiva, dieron fin a la grata asamblea, que antes de comer juntos en un hotel propiedad de un antiguo alumno, quisieron visitar las dependencias del archivo.
Una jornada muy grata que renovó en todos ellos vivencias muy hondas de sus años juveniles.
D. Juan Sánchez Ocaña
Canónigo de la Abadía del Sacromonte