Francisco Daniel Jiménez (21 años) es natural de Valenzuela, Córdoba, y está estudiando cuarto de Magisterio en la Escuela Sagrado Corazón. Actualmente es voluntario en la Delegación de Juventud y su carácter abierto, amigable y divertido lo convierten en una pieza clave en cualquier encuentro, peregrinación o campamento que participe.
Como joven cristiano ¿qué momento crees que está viviendo la Iglesia en lo que a la juventud se refiere?
Creo que la Iglesia está viviendo un momento difícil en lo que a Juventud se refiere, ya que hoy en día la sociedad antepone las cosas terrenales a las cosas trascendentales, y nos hace vivir en contracorriente a aquellos que vivimos la iglesia en nuestro día a día. Aun así, creo que la iglesia es joven y que deberíamos de unirnos todos para poner en práctica aquello que dijo el papa Francisco: “Hagan lio, un lío que nazca de haber conocido a Jesús y de saber que Dios a quien conocí es mi fortaleza”
¿Qué carencias detectas en cuanto a religión?
Creo que existe una carencia de formación para los jóvenes que muchas veces en las parroquias no se oferta, quizás porque no es factible o teman a hacerlo por el fracaso, son muchas las preguntas que nos surgen en cuanto a religión y creo que es fundamental que sean resueltas y haya un acompañamiento para conocer en profundidad al señor y tener un encuentro cercano con él.
¿Qué parcela de tu tiempo dedicas a la formación cristiana?
Semanalmente, en el grupo que oferta la Delegación de Juventud, tratamos temas de actualidad y debatimos aquellas preguntas que nos surgen, en un ambiente cómodo y cercano.
¿Qué diferencias hay en tu vida como cristiano con respecto a los jóvenes que no lo son?
Creo que no hay una diferencia brutal, no somos nada raros, un cristiano es una persona normal pero que nunca esta solo, siempre tiene a Jesucristo, y es en los pequeños actos donde creo que los jóvenes cristianos debemos diferenciarnos, en el trato a los demás, en la caridad, y en el trasmitir la alegría del evangelio, entre otras cosas.
Cuéntanos alguna experiencia de fe en la que hayas sentido la presencia viva de Jesucristo
Un momento en el que noté fuertemente la presencia de Jesucristo fue en una peregrinación a Guadalupe hace 4 años delante de la custodia en Alía, en ese momento que llegas cansado del camino, sentí la presencia viva de Jesucristo, que me estaba esperando con los brazos abiertos, que me abrazaba y me hacia descansar en su regazo, es algo que no se puede explicar con palabras.
En el mundo universitario ¿Notas que los valores difieren mucho de los que tú tienes?
Como ya he dicho antes la sociedad no lo pone nada fácil hoy en día para ser cristiano, y en la universidad no es menos. En mi caso particular al estar en el Centro de Magisterio “Sagrado Corazón”, un centro de identidad católica, los valores que allí conviven no difieren mucho en mi pensamiento, pero no todas las universidades son así, por lo que creo que los valores de hoy en día son muy diferentes en lo que a los míos refiere.
¿Cómo afrontas tu vida en el plano profesional y familiar?
Intento formarme de una manera integral para que el día de mañana sea un docente que ponga corazón y pasión en educar, con unos valores y unas ideas claras teniendo una coherencia de vida.
Mi familia es muy importante para mí, son los que me han hecho conocer a Jesucristo y los que me lo han dado todo, a día de hoy son mi apoyo y mi fuerza para seguir adelante.
