El pasado domingo, un numeroso grupo de adultos recibieron los Sacramentos de Iniciación Cristiana de manos del Obispo en la Catedral
“Habéis encontrado a Jesucristo”. Con estas palabras, el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, se dirigía a los catecúmenos que en el II Domingo de Pascua han recibido el Sacramento del Bautismo, la Confirmación y la Comunión en la Santa Iglesia Catedral.
Rodeados de familiares, amigos y sus padrinos, este numeroso grupo de adultos pasaron a ser “miembros de pleno derecho en la Santa Iglesia de Dios”, como expresó el Obispo en su homilía dirigiéndose a los catecúmenos a quienes les recordó que es el mismo Dios quien “inyecta en vuestra alma su misma vida, la vida del resucitado, Él es el que nos ha abierto de par en par las puertas del cielo”.
Monseñor Demetrio Fernández desgranó el significado de la Octava de Pascua, resaltando también la preparación que los catecúmenos han realizado para recibir los Sacramentos de Iniciación Cristiana. “Habéis encontrado a Jesucristo y os habéis ido preparando para formar parte de su Iglesia”, afirmó.
Estos catecúmenos ya son hijos de Dios por el Bautismo y herederos del cielo, como explicó el pastor de la Diócesis, al tiempo que les recordó que “es Jesucristo el que sigue agregando nuevos miembros a su Iglesia Santa extendidos por toda la tierra”.
El tiempo de Pascua es motivo de gozo porque los ya bautizados renuevan el Bautismo y los que se bautizan entran en el misterio precioso de un amor de Dios que los envuelve, purifica y fortalece.
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