Esta mañana ha visitado la Mezquita-Catedral el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. El escritor peruano ha realizado una ofrenda floral en honor a la figura del Inca Garcilaso de la Vega, cuyos restos mortales descansan en la capilla de las Ánimas del Purgatorio. Cabe recordar que este espacio funerario fue fundado por el mismo literato cuzqueño, que llegó a ser canónigo del Cabildo Catedral de Córdoba.
En este sencillo acto de homenaje ha estado acompañado por el deán-presidente Manuel Pérez Moya, quien ha obsequiado al escritor con una edición facsímil de la almoneda del Inca, documento custodiado en el Archivo catedralicio, de un ejemplar del catálogo de la exposición “Príncipes de las letras: Inca Garcilaso y Góngora”, muestra celebrada en la Mezquita-Catedral hasta el pasado mes de julio, además del libro “La Catedral de Córdoba” del canónigo emérito Manuel Nieto Cumplido.
Vargas Llosa, por su parte, ha reconocido que “la Catedral es soberbia, conserva distintas épocas históricas en una combinación que resulta muy armoniosa y en la que nada desentona”. Igualmente ha indicado que es un edificio de un enorme interés para un peruano pues “aquí está enterrado un gran cuzqueño, el Inca Garcilaso de la Vega”.