La Fundación DeClausura tiene como misión dar a conocer la razón de ser, la belleza y la importancia de la vida contemplativa y ayudar al sostenimiento de los monasterios y conventos, Agustín de Asís es su secretario general
Los pilares fundamentales de la Fundación son tres: Conocer, Ayudar y Orar. Acercan la vida contemplativa a la sociedad y ponen en valor su patrimonio espiritual, material, inmaterial y cultural; contribuyen al sostenimiento de las comunidades monásticas con donaciones, asesoría, acompañamiento, formación y venta de sus productos; y trasladan a los monjes y monjas de clausura las peticiones de oración de particulares. Ellos rezan a diario por todas estas intenciones
¿Cómo y por qué nace la Fundación DeClausura?
DeClausura nace, como proyecto, en el año 2006. Ese año un grupo de laicos, ante la crisis vocacional, constituyen la Fundación Summa Humanitate, una entidad sin ánimo de lucro para ayudar a contribuir a la labor social y pastoral de las distintas instituciones de Iglesia, especializándose en el ámbito sociosanitario, en el cuidado de hermanos y hermanas mayores, de sacerdotes y de laicos que residen en residencias de mayores de titularidad religiosa.
Ya desde el primer mes empezamos a recibir llamadas de abadesas y superioras de monasterios y conventos solicitándonos ayuda para cubrir distintas necesidades. Se decide entonces poner en marcha el proyecto DeClausura para dar respuesta a las distintas solicitudes. Año a año las peticiones van en aumento y se llega a la conclusión de que la vida contemplativa es muy desconocida. Es entonces cuando se decide constituir en 2014 una nueva fundación, la Fundación DeClausura, que se sustenta en tres pilares fundamentales: dar a CONOCER a la sociedad la belleza de la vida monástica; AYUDAR a los monasterios y conventos en cualquier necesidad que tengan; y ORAR con los monjes y monjas de clausura a través de una red de oración que canaliza peticiones de oración que nos llegan de todo el mundo.
¿Cuáles son las necesidades de la vida contemplativa?
Son muy variadas. Cuando les preguntas a las comunidades te responden que la primera y más importante es tener vocaciones. De ahí el esfuerzo que ponemos en la Fundación para dar a conocer la belleza de este tipo de vida utilizando distintos medios como son los “Encuentros en torno al claustro” que organizamos una vez al mes. Se trata de encuentros online con monjes, monjas y personas íntimamente relacionadas con esta realidad. También estamos muy presentes en las redes sociales y enviamos un boletín mensual a miles de suscriptores. Además, colaboramos en otras iniciativas como ha sido en el largometraje LIBRES que tanto éxito está teniendo en los cines y que tantos corazones está conmoviendo.
Por otra parte, las comunidades tienen muchas necesidades materiales. Van desde arreglo de tejados, o reformas, hasta la compra de maquinaria necesaria para producir repostería u otros productos artesanos, sin olvidarnos de ayudas para pagar las cuotas de la seguridad social, el gas o la luz, la formación de las religiosas o la compra de un ordenador. La Fundación DeClausura canaliza donaciones de particulares y de empresas para cubrir estas necesidades que publicamos en nuestra web
Por último, citar las dudas que nos plantean relacionadas con la gestión diaria como pueden ser consultas fiscales, económicas, jurídicas y de otros ámbitos.
¿Cómo se articula efectivamente este espacio de ayuda a monasterios y conventos desde la Fundación?
La Fundación DeClausura cuenta con un equipo que está en contacto permanente con los monasterios y conventos para que sientan nuestra cercanía. De esta manera se genera una confianza que nos permite detectar sus necesidades más perentorias y abordarlas por el equipo permanente o por tantas personas voluntarias que ponen su saber y experiencia al servicio de las comunidades. Destacar también la inmensa generosidad de tantos donantes, particulares y empresas, que aportan recursos económicos para atender las necesidades más urgentes.
¿A qué sector de la población interesa más la vida consagrada? ¿Por qué interesa la vida consagrada?
Yo diría que a todos. Como dice la película LIBRES, ante el vacío existencial imperante en la sociedad actual son muchos los que buscan algo que les llene y colme dicho vacío. El contraste entre la tristeza en la que están sumidos y la felicidad que descubren en los monjes y monjas que renuncian a todos, les interpela, llevándolos a descubrir con su ejemplo, que lo único que da plenitud es Dios.
Si visitamos su página web vemos que monasterios y conventos programan mucha actividad, ¿es visible esta actividad? ¿Qué incidencia tiene entre nosotros?
Todo aquel que visite la página web de DeClausura puede informarse de las distintas actividades y eventos que se organizan en los monasterios y conventos. Incluso hay una agenda para facilitar esa búsqueda. En cualquier caso, lo más recomendable es acercarse al monasterio más cercano o al que se tenga mayor devoción y entablar una relación que va a enriquecer enormemente a quien así lo haga.
¿Cómo podemos explicar el fuerte contraste entre las necesidades de la vida contemplativa y la abundancia de su testimonio?
Hay que tener presente que los monjes y monjas responden a una llamada del Amor, renunciando a la vida mundana para estar con el Amado. Y esa renuncia en lugar de ser pérdida es ganancia porque les lleva a la felicidad plena.
Como decía San Francisco: “Necesito poco y lo que necesito, lo necesito poco”. Y cuando alguien es feliz irradia esa felicidad hacia los demás y lo manifiesta en la oración y en el diálogo con quien desee escucharles. Acercarse al torno a conversar con la hermana tornera o pedir hora para hablar con las hermanas en el locutorio es una experiencia muy enriquecedora que renueva las ganas de vivir para servir a los demás.