El Obispo presidió la misa del centenario de la Institución el domingo, 25 de febrero, en la Santa Iglesia Catedral
La Institución Teresiana ha rememora su centenario fundacional con una eucaristía presidida por el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, en la Santa Iglesia Catedral, el domingo, 25 de febrero.
El Obispo en su homilía quiso dar la enhorabuena a los miembros de la Institución por haber dejado en la Iglesia “una estela de santidad, de humanidad, de divinización”. Al llegar a los cien años de la Institución Teresiana damos gracias a Dios por esta obra, que no es anónima sino que tiene rostros y nombres concretos: Pedro Poveda, fundador, Josefa Segovia, primera directora general, y todo el grupo de hombres y mujeres al servicio de la educación. Un educación “según el modelo de la humanidad de Cristo”, por tanto una educación católica, abierta a Dios y a los valores transcendentes y que por eso transforma la historia de verdad porque transforma el corazón, añadió el prelado.
Gracias a los que a lo largo de estos cien años han puesto su vida entera al servicio de este carisma. En Córdoba tenemos “una perla preciosa”, la beata Victoria Díez, una maestra de pueblo en la escuela pública, mártir que estimula a vivir en el camino de la educación, destacó monseñor Demetrio Fernández. El pastor de la Diócesis animó a la Institución a continuar en su obra educativa y a hacerlo como lo hicieron los fundadores, dejando la vida ahí “porque multiplicará el fruto en nuevos hombres y mujeres que siguen la estela de santidad que el carisma Teresiano ha sembrado en la Iglesia”.
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