El miércoles, 5 de junio, en la ampliación de Almanzor de la Mezquita-Catedral de Córdoba, ha tenido lugar la inauguración de la exposición «El cáliz del Inca, símbolo de la platería de Córdoba».
La Mezquita-Catedral de Córdoba acoge desde el día 5 de junio, la muestra «El Cáliz del Inca: símbolo de la platería de Córdoba». La exposición, centrada en el cáliz del Inca que es custodiado en el Museo Nacional de Artes Decorativas, recoge una selección de cálices que manifiestan la evolución y pujanza de la platería cordobesa. El discurso expositivo se encuentra estructurado en obras tanto pertenecientes al Cabildo Catedral de Córdoba como a otras parroquias de la Diócesis que han cedido los cálices que acompañan al del Inca.
El comisario de la muestra, Luis Palacios, ha delimitado el discurso expositivo de la muestra asegurando que el objetivo no es otro que “dignificar la figura del Inca Garcilaso”. El cáliz, símbolo de la platería de Córdoba, regresa tras 200 años a la capilla de las Ánimas del Purgatorio que fundó el Inca en la Catedral y donde está presente la exposición, “una muestra que se centra a partir de la época medieval cristiana desde la conquista de la ciudad por parte de Fernando III en 1236”, ha explicado.
«El Cáliz del Inca: símbolo de la platería de Córdoba» es una iniciativa del Cabildo Catedral de Córdoba a través de Foro Osio que pone de manifiesto una vez más la apuesta del Cabildo por la cultura. Asimismo, cuenta con la organización de Instituto Nauta y con la colaboración de la Embajada de Perú en España y la Universidad de Córdoba. Junto al anteriormente citado Luis Palacios, la exposición es comisariada por el catedrático Fernando Moreno.
Según el Deán Presidente del Cabildo, Manuel Pérez Moya, la muestra ha sido ubicada justo donde descansan los restos mortales de este literato universal. “El Cabildo Catedral ha conservado intacto su legado y ha apostado por mantener viva y difundir su memoria a través de diversas exposiciones”, ha comentado Pérez Moya durante la inauguración de la exposición en torno al cáliz del Inca, eje vertebrador de la misma. “Tras diversos avatares, hoy el cáliz regresa a la capilla para la que fue concebida y junto a él diversos cálices de la Diócesis. Es el cáliz de la salvación, símbolo de la sangre de Cristo que hoy nos ofrece el vínculo entre platería y liturgia”, ha manifestado. Para concluir, el deán ha recordado que ese cáliz “ha encontrado de nuevo su casa y su hogar”.