Con motivo de las Primeras Comuniones, en la parroquia de San Bartolomé de Montoro vivieron con gran gozo la celebración comunitaria del Sacramento de la Penitencia. Padres y niños acudieron masivamente a renovar este Sacramento de la gran misericordia del Señor, que con devoción habían recibido por primera vez en Cuaresma.
Fue un día de fiesta, alegría y nervios para algunos, que según manifestaron abiertamente llevaban bastante tiempo sin confesar. Terminaron compartiendo un refrigerio y dándonos mutuamente ánimos para no retroceder en el camino recorrido. De hecho alguno de los padres salieron deseosos de continuar con su formación catequética y recibir el Sacramento de la Confirmación.
La celebración de la Santa Misa el pasado domingo fue muy emotiva, ya que los padres con sus hijos se acercaban a participar de la Mesa del Señor.
Los catequistas y el párroco han visto recompensada su labor, para quienes ha merecido la pena el trabajo intenso de estos tres años en los que no han faltado temores y dificultades.