Coincidiendo con el IV Domingo de Pascua, Antonio Gil recuerda la invitación del Papa a rezar por los pastores de la Iglesia
El IV Domingo de Pascua está dedicado a contemplar la silueta del Buen Pastor, que el papa Francisco nos presenta con sus destellos más hermosos: “Os invito a confiar en el Señor que nos guía, nos acompaña y camina con nosotros. Escuchemos su palabra con la mente y el corazón abiertos para alimentar nuestra fe, iluminar nuestra conciencia y seguir las enseñanzas del Evangelio”.
El Papa nos invita a que “recemos este domingo por los pastores de la Iglesia, por los obispos, incluido el obispo de Roma, y por todos los sacerdotes, ¡por todos! Que el Señor nos ayude a ser fieles al Maestro y a ser guías sabios e iluminados del pueblo de Dios que nos ha sido confiado”.
No se podría decir mejor, ni en tan pocas palabras. En el perfil de los sacerdotes que nos trazara Benedicto XVI, señalaba estas características:
-“Los sacerdotes han de ser hombres de oración y servicio, no de éxito o poder; de oración asidua y valentía para seguir la voluntad de Dios.
-Han de permanecer siempre unidos a Cristo, que debe ser la parte esencial de de su vida, también y sobre todo, en los momentos difíciles. Han de ir «delante» para indicar el camino; otras veces estarán «entre todos, con su cercanía sencilla y misericordiosa»; y en ocasiones «detrás del pueblo para ayudar a loso rezagados».
Este domingo se celebra también la Jornada Mundial de oración por las vocaciones: “La llamada a seguir a Jesús es a la vez dura y apasionante”.
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