El Papa Francisco convocó a toda la Iglesia, el pasado 7 de septiembre, a una jornada de oración y ayuno por la paz en Siria, Oriente Medio, y el mundo entero. Una jornada que tuvo una gran acogida en toda la Diócesis. Ese mismo día las campanas de todas las iglesias repicaron a las 12 de la mañana, invocando a la oración del Ángelus para suplicar la paz y la concordia por intercesión de María Santísima.
Del mismo modo, cientos de feligreses acudieron a la Catedral para celebrar una Eucaristía por la paz, presidida por el Obispo, quien resaltó en su homilía el valor inmenso de la paz e exhortó a los presentes a orar con confianza para que desaparezca la violencia y la guerra.