El 28 de junio, los alumnos graduados y el personal del centro participaron en una eucaristía oficiada por el Obispo.
El salón de actos Juan XXIII del campus universitario de Rabanales acogió la tarde del viernes 26 de junio el acto solemne de Graduación de la promoción 2011/2015 del Centro de Magisterio «Sagrado Corazón».
Un total de 195 alumnos, 114 pertenecientes al Grado en Educación Primaria y 81 al Grado en Educación Infantil abrieron la comitiva seguidos de un nutrido grupo de profesores del centro de Magisterio «Sagrado Corazón» y de los componentes de la mesa presidencial, que cerraron el cortejo que se desplazó desde el edificio del Paraninfo de Rabanales hasta la antigua capilla de la Universidad Laboral. Una vez dentro, comitiva fue tomando asiento mientras la Banda de Música «María Santísima de la Esperanza» interpretaba las obrasPompa y Circunstancia nº 1 y Veni Creator Spiritus, de los autores Edwar Elgar y R. Mauro, respectivamente.
Tras el saludo inicial de la vicerrectora de Investigación de la Universidad de Córdoba, Carmen Pueyo de la Cuesta, intervino la secretaria del Centro de Magisterio «Sagrado Corazón», Inmaculada Barranco, quién realizó un resumen del presente curso académico y de las acciones que, en este tiempo, se han desarrollado. Barranco hizo guiño a los estudiantes que se graduaban cuando les indicó que «concluye una etapa y ha de empezar otra nueva, para la cual hemos estado trabajando desde el primer día que entrasteis a formar parte de esta familia».
A continuación, y tras escuchar la pieza Adagio, de Albinoni, los asistentes pudieron atender a los discursos de graduación, preparados por los propios alumnos del centro. Inmaculada Muñiz y María del Valle Márquez, del Grado en Educación Infantil, y Manuel Rueda y María Isabel Aguilar, del Grado en Educación Primaria, en nombre de todos sus compañeros, resumieron su paso por el centro y expusieron algunas de las anécdotas más divertidas que han vivido junto a profesores y miembros del PAS. Hubo también momentos para la melancolía y el agradecimiento, recordando al personal del centro como una gran familia gracias a la que «no se puede olvidar los buenos momentos vividos de nuevas experiencias, conocimientos y, sobre todo, de grandes amistades».
Tras ellos, el profesor Francisco Carlos García del Junco, en un discurso muy aplaudido por el público, preguntó a los alumnos cuál es la huella que «les había dejado el haber estudiado en el Centro Sagrado Corazón», haciendo alusión a que la escuela debe haberlos «marcado con un cierto sentido de Dios. Porque, cada uno de vosotros, es querido por Dios con todo el amor del mundo». Asimismo, les dio un consejo de cara al futuro, afirmándoles que «sois maestros, con mayúsculas, e influiréis en los niños a los que deis clases».
Antes de la entrega de diplomas y la respectiva imposición de insignias al alumnado, el grupo de estudiantes pertenecientes a la mención de música del Grado en Educación Primaria interpretaron la pieza Canon, de Pachelbel, junto a su profesor de Música, Rafael Romero.
Al finalizar la entrega de becas diplomas e insignias, el alumnado regresó a sus asientos para escuchar la intervención de la vicerrectora de Investigación de la UCO, quién destacó «el esfuerzo realizado tanto por alumnos como por los profesores del centro para llegar este punto», asegurando que sabe, como profesora, que «se han armado de comprensión generosidad y paciencia».
El obispo de la diócesis de Córdoba, Demetrio Fernández cerró el turno de intervenciones. Hizo hincapié en que se graduaron estudiantes de un centro católico, lo que significa «un plus, la propuesta de vivir la vida desde la fe, lo que os servirá mucho en la tarea de la educación». Asimismo, ha destacado la presencia de las familias en el acto y en los discursos del alumnado, un concepto por el que trabaja el centro de Magisterio «Sagrado Corazón».
Tras las palabras del obispo, los asistentes, en pie, entonaron el Gaudeamos Igitur, justo antes de que la comitiva de profesorado y alumnos, esta vez encabezada por Fernández y Pueyo, desfilasen, esta vez hacia fuera del salón de actos para proceder a situarse en la escalinata de acceso al mismo y hacerse la ya tradicional foto de familia de la promoción 2011/2015.
Posteriormente, en la tarde del domingo 28 de junio, los alumnos graduados y sus familias, así como el personal docente y administrativo del centro participaron en una Eucaristía oficiada por el obispo de la diócesis de Córdoba, Demetrio Fernández, en la que también se celebró la confirmación de 15 personas. Tras la celebración religiosa, los asistentes se reunieron para compartir una cena de fin de curso que sirvió de despedida a los alumnos que ahora concluyen su carrera universitaria en el Centro de Magisterio «Sagrado Corazón».