La liturgia de la Iglesia nos sumerge en los domingos del Tiempo Ordinario, presentándonos a Jesús en su vida pública
En este segundo domingo, el Bautista nos ofrece con una bellísima metáfora la silueta de Jesucristo: “Este es el Cordero de Dios”, palabras que los sacerdotes repetimos en la celebración de cada Eucaristía, en el momento de la comunión. E inmediatamente, la pregunta de Jesús a sus dos primeros discípulos: “¿Qué buscáis?”.
Primera reflexión: A lo largo de la historia, el hombre ha preguntado por Dios y le ha preguntado a Dios. Asimismo, en el discurrir de la historia, Dios se le ha revelado y le ha preguntado por la marcha de su vida y por la del prójimo. De las preguntas humanas y de las respuestas divinas, junto con las preguntas divinas y las respuestas humanas, surge la existencia cristiana, que es una forma radical de vida abierta a la trascendencia y ejercitada en su presencia.
Segunda reflexión: “¿Qué buscáis?”, nos sigue preguntando el Señor, a cada uno. “Te buscamos a Ti, Señor”, responderemos con sencillez y humildad.
Tercera reflexión: A aquellos primeros discípulos, Jesús les dejará el medio más eficaz para transmitir su Evangelio: “Venid y lo veréis”. Así comienza la singladura de toda pastoral y el alma de todo apostolado: Con “la ejemplaridad de la propia vida; con el testimonio antes que la doctrina; con los latidos antes que las ideas”.
La entrada Al Trasluz: Jesús nos enseña a evangelizar apareció primero en Diócesis de Córdoba. Ver este artículo en la web de la diócesis