En la misma celebración, Pedro César Carrillo fue ordenado diácono.
“¡Qué privilegio más grande poder celebrar vuestras ordenaciones sacerdotales y el diaconado delante de la santa reliquia de la Vera Cruz de Nuestro Señor!”. Con estas palabras comenzó su homilía el Obispo de Cartagena durante la celebración en la que Doménico Pío Greco (italiano), Genildo Francisco Do Nascimento (brasileño) y Saúl Sánchez Fernández (caravaqueño) recibieron el Orden Sacerdotal y en la que Pedro César Carrillo Martínez (de Alcantarilla) fue ordenado diácono.
Los cuatro seminaristas, que se han formado en el Redemptoris Mater, recibieron el segundo y primer grados del Orden en la celebración que tuvo lugar el sábado por la mañana en la explanada de la Basílica Menor-Santuario de la Vera Cruz de Caravaca.
Mons. Lorca invitó a los ordenandos a desprenderse de todo lo que pueda entorpecer su misión, en primer lugar, “de uno mismo… porque lo que te ha pedido Dios es confianza total… no permitáis que el activismo, los propios proyectos e inquietudes os impidan estar atentos a su Palabra”.
El Obispo les recordó que, desde el bautismo, todo cristiano está marcado por la señal de la cruz, el signo que debe identificar y marcar sus vidas: “Caravaca no se reconocería si le faltara la Cruz, pues a esto me refiero, que no os puede faltar este signo a ninguno de vosotros, nunca, que ya estáis marcados por él para siempre. Os llamáis Doménico de la Cruz, Genildo de la Cruz, Saúl de la Cruz y Pedro César de la Cruz, porque en este signo hemos sido marcados desde el bautismo. Seguir a Cristo es muy serio, más si estáis marcados con la señal del cristiano, con la señal de la Cruz para significar que sois una obra del amor de Dios y que vuestro papel es anunciar la ternura, el perdón, la misericordia y la paz”.
María de León
