El Obispo de Cartagena anima a los sacerdotes a ser signo del Buen Pastor en la celebración de la festividad de San Juan de Ávila.
Cientos de sacerdotes de la Diócesis de Cartagena se han reunido esta mañana en la parroquia de San Juan de Ávila para conmemorar la festividad de este Santo, patrón del clero diocesano, y celebrar las bodas sacerdotales de dieciocho presbíteros: cinco de ellos sus bodas de diamante, nueve de oro y cuatro de plata.
Sobre las once de la mañana comenzaba una meditación que ha estado a cargo de D. Cristóbal Sevilla, Director del Instituto Teológico San Fulgencio, uno de los que celebran sus Bodas de Plata. El presbítero ha profundizado en la fraternidad sacerdotal a partir de la caridad pastoral, el amor y el perdón, siempre en humildad y adoración. En su intervención ha destacado la necesidad de tener presente a la Santísima Virgen, recordando sus palabras en las Bodas de Caná: “Haced lo que Él os diga”, argumentando que “María ayuda a desvelar el gran misterio de Jesús”. En este sentido, ha animado a sus hermanos a vivir con este Amor de Nuestra Señora, en palabras de San Juan de Ávila –como ha indicado-, “un amor maternal”. El Director del Instituto Teológico ha finalizado con una oración en la que ha encomendado a todo el clero de la diócesis de Cartagena.
A continuación ha tenido lugar la Eucaristía, presidida por el Sr. Obispo, Mons. José Manuel Lorca Planes. Junto a su Pastor en el altar se encontraban entre otros el Obispo Emérito, Mons. Javier Azagra, así como el Vicario General, D. Juan Tudela. En esta misa también han participado los seminaristas de la diócesis, así como algunos familiares y amigos de los sacerdotes. Mons. Lorca ha reconocido que “la diócesis de Cartagena se siente orgullosa de estos hermanos que han respondido a la llamada de Jesús”. El Prelado ha instado a los presbíteros a “ser signos transparentes y eficaces del Buen Pastor”. “La propia identidad sacerdotal podrá ser comprendida y asimilada si se vive como signo del Buen Pastor”-ha añadido.
“Dios nos quiere santos”- ha afirmado animándoles a ser fieles al modelo de santidad. Haciendo eco de las palabras del Beato Juan Pablo II, ha explicado la relación entre “consagración y misión” y ha señalado que ahí está la clave para entender los documentos del Pontífice que tanto insistió en que se abran “las puertas a Cristo de par en par.” “Del encuentro con Cristo se pasa al seguimiento de Cristo y al anuncio de Cristo”- ha expresado. Así, ha subrayado que “la diocesaneidad incluye toda esta historia de gracia, que es una herencia apostólica”.
Mons. Lorca Planes ha aseverado que “una línea característica de la identidad cristiana y sacerdotal es la esperanza”, la cual está íntimamente ligada a la caridad. Asimismo, ha alegado que “en la espiritualidad sacerdotal, esta esperanza se traduce en el gozo pascual”. Monseñor ha apostillado que “el gozo pascual tiene que definir nuestro ser sacerdote. El gozo de las Bienaventuranzas y del Magnificat”, el mismo gozo de Cristo”. “Hoy es posible ser apóstoles- ha remarcado.- Es posible evangelizar en las situaciones en que nos encontramos, porque tenemos gracias nuevas”.
El Pastor de Cartagena ha concluido animando a los sacerdotes a continuar siendo modelo de fe y caridad para todos. “Os deseamos de corazón que no se anteponga nada a Cristo. Las heridas de la fe nos dañan a todos y a la Iglesia”- ha comentado. Con todo, ha hecho una llamada a volver a decirle “sí” al Señor, “en esta Iglesia que os acoge, os quiere y reza por vosotros”.
En la acción de gracias, tres sacerdotes que celebran sus bodas de diamante, oro y plata han compartido unas palabras con el Sr. Obispo y el resto de sus hermanos. D. Antonio Andreu, que cumple sus veinticinco años de sacerdocio, ha asegurado que durante este tiempo “hemos conocido el Amor de Dios” y manifestado su agradecimiento a toda la familia sacerdotal. En nombre de los que celebran sus Bodas de Oro ha intervenido D. Fulgencio Izquierdo, quien ha confesado que hoy le invadía el sentimiento de “orgullo humilde”, “orgullo” en cuanto a formar parte de esta cadena de apóstoles que actúan en nombre de Cristo y “humilde”, ya que sabe que no es por mérito suyo, sino de Dios. En representación de quienes celebran sus Bodas de Diamante, D. Miguel Guirado ha apuntado que “toda una vida no es tiempo bastante para darle gracias al Señor”. Guirado ha hablado de cómo Dios les ha escogido sacerdotes, de la caridad fraterna y de su Amor, que “no se cansa de perdonar”. Ha terminado dirigiéndose a María, “Ella siempre ha sido nuestro apoyo”-ha señalado. Después de recordar los versos marianos de un poeta cartagenero, ha concluido: “No tengáis miedo de amar demasiado a la Virgen Santísima, no tengáis miedo, porque nunca llegaréis al amor que Dios la tiene”.
La Diócesis ha obsequiado a los sacerdotes que celebran sus bodas con unas casullas. El Sr. Obispo ha comentado que así recordarán siempre a los hermanos sacerdotes en la Eucaristía, “así sí que estaremos unidos”- ha expresado. La celebración concluía con el Himno a “La Señora”, la Reina de los Corazones del Seminario. Con motivo del centenario de “La Señora” que se celebra este año, se han repartido unos libros que se han elaborado para acompañar a la Virgen durante este mes de mayo.