Los frailes dominicos se despedirán de la ciudad de Murcia este próximo sábado, 15 de diciembre. A las 19:30 horas tendrá lugar la celebración de la misa en la iglesia conventual de Santa Ana (‘las Anas’) de Murcia, presidida por el provincial de la Provincia de Hispania de la Orden de Predicadores, Jesús Díaz Sariego. Después habrá un concierto navideño a cargo del Coro de Profesores de Música de la Región de Murcia.
El superior de esta comunidad en Murcia, Carlos Cristóbal Cano, se está encargando de realizar todos los trámites para el cierre de esta comunidad, que en los últimos años sólo contaba con tres miembros. La falta de vocaciones, la edad avanzada de los padres y la intención de fomentar una vida dominica más plena, en la que se pueda dedicar más tiempo al estudio y a compartir, han sido algunos de los motivos por los que también se han ido cerrando otras casas en España.
Carlos Cristóbal Cano, llegó a Murcia en octubre de 2002 y al mes siguiente le nombraron superior. Fue entonces cuando le preguntaron sobre lo que más le gustaba de esta ciudad y hoy afirma que sigue manteniendo la misma respuesta: “Las personas más que el clima o la ciudad y sus monumentos. Los murcianos son muy acogedores, sumamente atentos y generosos. Se lo agradecemos de verdad y lamentamos tener que partir. Agradezco al Obispo de Cartagena y a todos los fieles las atenciones que han tenido con nosotros, y saber que el recuerdo que yo llevo dentro no se va a borrar”.
Dedicados a la enseñanza y la predicación
Santo Tomás de Aquino resumió en una frase la vida de la Orden de Predicadores: “Entregar a los demás lo contemplado”. Explica el padre Carlos que se trata de enseñar “lo que se ha estudiado y esclarecido a la luz de la fe, teniendo en cuenta la problemática de cada tiempo y luego pasado por el crisol de la oración para que pase a ser vida. Y eso así vivido e ilustrado, transmitirlo a los demás”.
La enseñanza y la formación han sido las tareas más importantes que los dominicos han desarrollado en la ciudad de Murcia. Por la exclaustración de Mendizabal en 1835 los frailes fueron expulsados y no volvieron hasta 1980. Desde entonces, la mayor parte de sus energías han estado dedicadas a la enseñanza en la universidad, el seminario y también en el Instituto Teológico de Murcia (OFM). Además, durante estos años han atendido la capellanía de las Madres Dominicas (‘las Anas’) y la atención espiritual de la iglesia conventual de Santa Ana (misas, confesiones y celebraciones), de los dominicos seglares y de la Archicofradía del Rosario.