Los presos de la Región de Murcia, junto a los capellanes, los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria y los funcionarios de prisiones, festejaron el sábado el día de su patrona, la Virgen de la Merced.
En el Centro Penitenciario Murcia I de Sangonera la Verde (Murcia), los internos participaron en una procesión con la imagen de María. A continuación, el vicario de la zona Suburbana I, Manuel Guillén, presidió la Eucaristía en la capilla de la cárcel. «Fue una mañana de acción de gracias muy emotiva», comenta Josefa Vera, coordinadora de los voluntarios de Pastoral Penitenciaria en este centro, «en la que los asistentes pudieron expresar su devoción a la Virgen a través del canto, la oración, la contemplación y la poesía». En su homilía, el vicario les animó a seguir amando a Cristo para poder cambiar y transformar sus vidas: «Dios os mira con un fuerte amor y eso os va a capacitar. Reconoced las cadenas que os atan y pedidle a Jesús, con la ayuda de la Virgen de las Mercedes, que os libere de ellas».
También en el Centro Penitenciario Murcia II de Campos del Río conmemoraron esta festividad. En el salón de actos, con el aforo completo, fue numerosa la participación de los internos en esta celebración. La Eucaristía estuvo presidida por David Martínez, vicario de la zona Caravaca-Mula. En su homilía les habló sobre la misión, como Madre, de la Virgen María, «con un corazón siempre abierto a sus hijos y a los dolores de sus hijos», para que la tengan también como una Madre para ellos. En este día de fiesta, cada uno de los internos de este centro recibió como regalo un rosario. Antes de finalizar el acto, el director del centro les comunicó el reciente reconocimiento, por la Secretaría de Estado de Asuntos Penitenciarios, al capellán Antonio Sánchez, Medalla de Plata al Mérito Social Penitenciario, por su labor en esta prisión de evangelización y entrega para mejorar la vida de los presos en la cárcel y favorecer su reinserción una vez cumplida la condena.
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