“Si todo el mundo viviera la experiencia que yo he visto en Lourdes cada año, esta ciudad, esta Región, España entera, se transformaría totalmente”, así manifestaba el Obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, su admiración por quienes integran la Hospitalidad Murciana de Nuestra Señora de Lourdes, que el domingo celebraban su convivencia diocesana.
La jornada comenzó a las 10:00 horas en el colegio Maristas de la Fuensanta, donde enfermos y voluntarios compartieron tiempo de formación y distensión. Tras la comida se trasladaron a la Catedral, donde a las 16:00 horas tuvo lugar la celebración de la Misa Jubilar presidida por el Obispo, acompañado por el Arzobispo emérito de Burgos, los consiliarios de la Hospitalidad y otros sacerdotes hospitalarios. También concelebró el párroco de Nuestra Señora de las Lágrimas de Cabezo de Torres, que esa misma tarde peregrinó a la Catedral con su comunidad parroquial y la imagen titular para lucrar las indulgencias plenarias de la Misa Jubilar.
Durante la homilía, Mons. Lorca destacó el servicio, la entrega y la caridad con la que trabajan los voluntarios de la Hospitalidad: “Lo que vive un hospitalario es el amor entregado, el amor sincero para servir al enfermo. La Iglesia os necesita y os pone como ejemplo de donación. Vivid con alegría vuestra pertenencia a este regalo que es la Hospitalidad. Lo que hacéis no tiene precio”.
El Obispo invitó a los presentes a ser apóstoles de la “caridad, de la sonrisa y de manos abiertas”. También tuvo palabras de ánimo para los enfermos: “En vosotros nos miramos y decimos: hay esperanza”. Recordó que el Papa ha regalado a la Diócesis este año de gracia para “mirar a María” y destacó la experiencia que está suponiendo la visita de la imagen de la Virgen de Lourdes a tantas parroquias. “El verdadero milagro de Lourdes es que la Virgen ha querido estar muy cerca de nosotros. Un milagro que hace grandes los corazones de los voluntarios. Doy gracias a Dios por vosotros y pido que os bendiga por vuestro gran corazón”, señaló el Prelado.
Antes de impartir la bendición final, se realizó una procesión con el Santísimo por el interior del templo catedralicio. Al finalizar la celebración en la Catedral, se trasladó en procesión la imagen de la Virgen de Lourdes hasta la parroquia de Nuestra Señora de la Paz de Murcia, allí permanecerá durante toda la semana, habiendo visitado así los cuatro arciprestazgos de la zona pastoral de Murcia. Después, se trasladará a la parroquia de San Onofre de Alguazas, para continuar así su peregrinaje por toda la Región de Murcia.