La Renovación Carismática reúne a más de 350 personas en su asamblea diocesana

Diócesis de Cartagena
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La diócesis de Cartagena es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la catedral de Santa María, situada en la ciudad de Murcia.

Más de 350 personas participaron ayer domingo en la Asamblea Diocesana de la Renovación Carismática, cuyo movimiento cumple 50 años. La jornada, que se hizo en el colegio de los Maristas de La Fuensanta de Murcia y que tenía por lema “Vosotros sois el cuerpo de Cristo”, comenzó con una oración de alabanza y dos enseñanzas, que dirigió el ex coordinador nacional, Rodrigo Bello, que profundizó en el sentido y significado del lema de la asamblea y en los distintos carismas.

A las 13:00 horas tuvo lugar la celebración de la Eucaristía, presidida por el Obispo de Cartagena. En su homilía, Mons. Lorca dio gracias a Dios por los miembros de la Renovación Carismática, “a los que vivís este carisma, esta llamada y esta invitación de parte de Dios, para dar gloria a Dios, y vivir así su presencia en medio de nosotros”. Invitó a todos a confiar en Dios, pues “siempre está presente en nuestra historia y nos habla no solamente con la palabra, sino con los signos. Es por eso que se hace imprescindible saber escuchar, porque Dios habla, y el que habla necesita ser escuchado”, explicaba el Obispo. “Jesucristo es la palabra de Dios cumplida, su promesa cumplida. Cristo es el agua viva que salta a la vida eterna. El que te da la luz para reconocer los rostros de los amigos, y la fuerza de la fe que te hace entender que todo depende de la obra de la creación”, dijo el Prelado, animando además a todos los presentes en la asamblea a no tener miedo, “espabilad los oídos y escuchad a Dios siempre, no sólo cuando estáis en las celebraciones… sino cuando estáis con los amigos, con los vecinos, en el trabajo, en los quehaceres de cada día, porque ahí sois heraldos de Dios, testigos suyos que anuncian la grandeza del amor de Dios”.

Tras la comida, hubo otra oración de alabanza organizada por los jóvenes y una dinámica; y para terminar, exposición del Santísimo y adoración. “Fue un día de muchas vivencias, de mucha fe y de mucha emoción”, asegura el consiliario diocesano de la Renovación Carismática, Antonio Ballester.

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