«La Iglesia ha hecho tanto por mí que lo menos que puedo hacer es entregarle mi vida», José Miguel Cavas López

Diócesis de Cartagena
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La diócesis de Cartagena es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la catedral de Santa María, situada en la ciudad de Murcia.

No pudo ordenarse el pasado mes de julio con la mayoría de sus compañeros porque aún no había cumplido los 24 años, requisito imprescindible para recibir el Orden Sacerdotal. El pasado 7 de septiembre, José Miguel celebró su cumpleaños y este próximo sábado, 26 de septiembre, será ordenado presbítero.

Asegura que se aburría en la catequesis de Primera Comunión hasta que su párroco le propuso ser monaguillo, «ahí aprendí el gusto por la Eucaristía». En la parroquia de San Ginés de la Jara, su parroquia, comenzó a servir como monaguillo y pidió insistentemente a Dios por las vocaciones a este servicio y al poco tiempo otros niños se le unieron. «Eran más jóvenes que yo lo cual me hizo sentir un poco desplazado, también me sentía desplazado en el colegio. Fue un momento de crisis, me sentía mal fuera y dentro de la Iglesia», explica.

Habla con especial cariño de los sacerdotes que le han acompañado y guiado durante todo su proceso vocacional, especialmente de José Manuel Martínez Rosique, su párroco durante muchos años, él le animó a participar en el campamento del Seminario Menor. «Después seguí acudiendo a las reuniones, no porque quisiera ser cura, sino porque me sentía a gusto compartiendo mi fe con jóvenes de la misma edad». La idea de ser sacerdote le daba miedo y asegura que no quería escuchar a Dios, «pero ver la alegría de mis compañeros me abrió la mentalidad, aunque todavía no dije que sí».

Comenzó en el Preseminario mientras cursaba 1º y 2º de Bachiller. Al terminar el instituto se le planteó la disyuntiva: ¿medicina o sacerdocio? Y aquello que en un primer momento le aterraba se convirtió en una opción clara: «Me veía feliz como sacerdote».

Siempre contó con el apoyo de su familia y su parroquia. Los primeros momentos en el seminario no fueron sencillos, «pero los compañeros hicieron que la vida fuera fácil y los formadores se portaron como padres. Fue una etapa muy decisiva. Durante estos años he aprendido a conocerme, a potenciar las cualidades que tengo y ver qué me falta todavía. La Iglesia ha hecho tanto por mí que lo menos que puedo hacer es entregarle mi vida».

La formación en el seminario se complementa con la pastoral en parroquias o diferentes instituciones eclesiales. En el primer curso, José Miguel estuvo colaborando en la residencia de ancianos de Nuestra Señora de Fátima de Molina de Segura. En segundo y tercero fue monitor del Seminario Menor: «fue complicado, pero me ayudó mi tiempo como seminarista menor, así pude servirles mejor». En cuatro estuvo en la parroquia de San José de Sangonera la Seca y en la Delegación de Pastoral Juvenil: «Comencé a perder la timidez porque con los jóvenes hay que tener iniciativa. Manolo me dio responsabilidades, me ayudó a ver que Dios me da la fuerza para enfrentarme a lo que sea». Una nueva parroquia le acogió en quinto curso, la de San José Obrero de Yecla: «De Pedro Juan aprendí la cercanía con la gente, a tomarme las cosas con más tranquilidad, a ser positivo».

Ha servido como diácono en la parroquia de San Mateo de Lorca, junto al vicario de esa zona. «En Lorca he aprendido a ser cercano y a atender personalmente a los fieles. Dios me ha dado cosas muy grandes, a mí que me siento tan pequeño. El diaconado me ha servido para comprobar como Dios puede hacer cosas grandes a través de mí, la gente busca consuelo y pide respuestas. Es increíble el poder celebrar los sacramentos, que a través de mis manos un niño se convierta en hijo de Dios, o de poder dar palabras de consuelo en un entierro».

El lema de su ordenación, «Yo hago nuevas todas las cosas», es una frase que le ha acompañado desde siempre: «La escuché en una convivencia en Confirmación y la he tenido presente toda mi vida, porque Dios me ha ido renovando cada año. Y si verdaderamente va a haber un momento en el que Dios me haga nuevo por completo será en mi ordenación sacerdotal, sacramental y ministerialmente».

José Miguel Cavas López se ordenará presbítero este sábado, 26 de septiembre, a las 12:00 horas, en la parroquia de Santa María de Gracia de Cartagena. Y presidirá su primera Misa el domingo, a las 19:30 horas, en la parroquia de San Ginés de la Jara de Cartagena.

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