Más de 500 murcianos ganan las indulgencias plenarias en el Cerro de los Ángeles durante la peregrinación diocesana encabezada por el obispo auxiliar de Cartagena.
“Mirar el corazón de Cristo es llenarnos de alegría y de esperanza, es dar sentido a nuestra vida y fortalecernos para seguir adelante, ante las distintas dificultades con las que nos podamos encontrar en nuestro día a día”, así animaba esta mañana el obispo auxiliar de Cartagena, Mons. Sebastián Chico Martínez, a los peregrinos llegados desde diferentes localidades de la Diócesis de Cartagena al Cerro de los Ángeles de Getafe, para ganar las indulgencias plenarias del Año Jubilar, concedido por el papa Francisco a este lugar para celebrar el centenario de la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús.
Mons. Chico encabeza hoy la peregrinación al no poder viajar Mons. Lorca por encontrarse con un cuadro gripal. Más de 500 peregrinos participan en esta jornada jubilar llegados hasta Getafe en nueve autobuses y en coches particulares. Los peregrinos han llegado al Cerro de los Ángeles procedentes de diferentes localidades de la Región de Murcia: la ciudad de Murcia, Sangonera La Seca, Alcantarilla, Era Alta, Molina de Segura, Cabezo de Torres, Santomera, Abanilla, Barinas, Beniel, Fuente Álamo, La Grajuela, Torre Pacheco, Águilas, Lorca, Totana, Caravaca de la Cruz, Bullas, Calasparra, Archena, Los Dolores y la parroquia de San Fulgencio de Cartagena. Participan también en la peregrinación los tres seminarios diocesanos (San Fulgencio, San José y Redemptoris Mater), así como varios murcianos residentes en la Comunidad de Madrid.
A las 11:00 horas comenzaba la Misa Jubilar en el santuario del Sagrado Corazón de Jesús, presidida por Mons. Chico, junto al arzobispo emérito de Burgos, Mons. Francisco Gil Hellín, y 21 sacerdotes diocesanos. El obispo auxiliar ha tenido palabras de gratitud hacia los sacerdotes: “Sois ‘grieta’ de este Divino Corazón, por donde se derrama su amor misericordioso a través de vuestro ministerio sacerdotal”. También se ha dirigido de forma especial a los seminaristas, manifestando una vez más su oración por las vocaciones. A todos los presentes ha agradecido Mons. Chico su participación en esta peregrinación, secundando así la invitación que hace un mes hizo el obispo de Cartagena a toda la Diócesis. “Hoy, al mirar a Cristo y contemplar su corazón traspasado, vemos la seriedad de su amor y su fidelidad a este amor… ¡Dios no nos ha amado de broma! Luego, que nuestra fe, nuestro amor a Él, tampoco sea de broma”, ha destacado el obispo.
La renovación de la fe ha sido uno de los puntos que ha destacado en su homilía, “consagremos nuestras vidas al corazón de Cristo, con el deseo de siempre volver a él, de tener los mismos sentimientos que él”; también ha sido tema destacado la necesidad de conversión, “venimos arrepentidos y con el deseo de convertir nuestro corazón”. Mons. Chico ha invitado a los peregrinos a ser “vasijas que derramen el agua fresca del amor de Dios”, animándoles a sentirse estimulados para ser “portadores de ese mismo amor a los demás”.
Tras la misa, los peregrinos han tenido tiempo para pasear y conocer el santuario. Esta tarde, antes de regresar a Murcia, visitarán el monasterio de Carmelitas Descalzas de la Aldehuela, donde está enterrada santa Maravillas de Jesús.
