«Hemos venido de todos los rincones de la Iglesia de Cartagena para un acontecimiento muy especial, invitados por el Papa Benedicto XVI, porque ha partido de él esta iniciativa del Año de la Fe». Con estas palabras, el Obispo de la Diócesis de Cartagena, Mons. D. José Manuel Lorca Planes, daba la bienvenida al millar de fieles que acudió ayer a Cartagena para participar en la Apertura Diocesana del Año de la Fe. Tras declarar inaugurado el Año de la Fe en Roma por el Santo Padre el pasado 11 de octubre, la apertura oficial en las parroquias de la Diócesis de Cartagena tuvo lugar ayer, 29 de octubre.
Con motivo de este acontecimiento, Mons. Lorca Planes presidió la celebración solemne que acogió la parroquia de Santa María de Gracia de Cartagena, escogiendo esta ciudad en conmemoración al apóstol Santiago, «que obediente al mandato del Señor, llegó a esta tierra anunciando el Reino que viene por la Pascua de Jesucristo». Como indica la frase de la placa del Puerto de Santa Lucía conmemorativa de la llegada del Apóstol, «desde este lugar nació para España la luz del Evangelio». Una luz, que ayer brilló con fuerza desde la iglesia de Santa María, en la que una multitud de sacerdotes, seminaristas, religiosos, religiosas y fieles, de todos los lugares de la Diócesis, se unieron para recibir el Credo y profesar su fe católica.
Entre el más del centenar de sacerdotes que concelebraron junto al Pastor Diocesano, estaba el Consejo Episcopal en pleno, así como gran parte del presbiterio diocesano y religiosos. En esta celebración participaron los seminaristas de la Diócesis, que además acompañaron la Eucaristía con sus cantos. Entre los feligreses de la Diócesis, no faltaron religiosos y religiosas de diferentes órdenes, así como miembros de los Consejos de Pastoral Parroquiales.
Mons. Lorca Planes: «No tengáis miedo, lanzaos, poneos en camino, entregaos al Señor en la vida ordinaria y tened la seguridad de que la fuerza del Espíritu Santo os capacitará para la misión»
«Habéis venido a mi llamada con la intención de celebrar juntos esta fiesta de Comunión y fraternidad, habéis venido a recibir de mis manos el depósito de fe, el Credo»- anunció el Sr. Obispo al comenzar su homilía. Haciendo alusión a las palabras de Benedicto XVI en su Carta «Porta Fidei», que recoge parte de un sermón de San Agustín cuando entrega el Credo, animó a recibir y recitar esta oración, como «algo que debéis retener siempre en vuestra mente y corazón y repetir en vuestro lecho; algo sobre lo que tenéis que pensar cuando estáis en la calle y que no debéis olvidar ni cuando coméis, de forma que, incluso cuando dormís corporalmente, vigiléis con el corazón».
Mons. Lorca Planes reconoció que «son muchas las dificultades que nos rodean», en un mundo con «fuertes fermentos de ateísmo y de indiferencia religiosa», en el que «lo que más nos pesa son nuestros propios pecados». No obstante, remarcó que «precisamente la Iglesia, consciente de la tarea que ha recibido, no puede dejar de llamar a las puertas cerradas, con la gracia y la fuerza del Espíritu, por esta razón predica, insiste, anuncia». «Hoy el Señor ha salido a llamarnos a nosotros»- indicó. Recordando las palabras de Juan Pablo II en «Redemptoris Missio», señaló que «abrirse al amor de Dios es la verdadera liberación».
«El grito que nos lanza el Señor a todos, para aumentar nuestra esperanza, dentro de un mundo que le ha dado la espalda a Dios, sigue vivo, resuena esta tarde en este templo y se extiende por toda la Diócesis milenaria de Cartagena»- explicó el Sr. Obispo, citando la frase recogida en San Mateo: «Si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a ese monte: ‘desplázate de aquí allá’ y se desplazará, y nada os será imposible».
El Prelado comentó que «lo primero que tenemos que hacer es algo sencillo, llegar a una sincera conversión, para que nuestras palabras vayan acompañadas del testimonio». «No tengáis miedo, lanzaos, poneos en camino, entregaos al Señor en la vida ordinaria y tened la seguridad de que la fuerza del Espíritu Santo os capacitará para la misión y fortalecerá vuestro testimonio»- destacó.
En esta celebración, el Sr. Obispo hizo entrega del Credo, pidiendo que «sea vuestra oración de cabecera, porque se trata de la profesión de fe, la actualización plena de la gracia del Bautismo». Mons. Lorca aseguró que «el asentimiento que se presta implica que cuando se cree, se acepta libremente todo el misterio de la fe, ya que quien garantiza su verdad es Dios mismo, que se revela y da a conocer su misterio de amor».
Como exhorta en su Carta Pastoral, el Sr. Obispo animó a renovar el ánimo: «no os dejéis seducir por el cansancio o la dulce rutina, que tengáis el coraje de poneros en pie y que abracéis la Cruz de Cristo, no la de nuestros intereses». «Cuidad la fe que os ha regalado el Señor, haced que madure, con la escucha de la Palabra de Dios; la participación de los sacramentos, especialmente en la Eucaristía y en el de la Penitencia». De igual modo, el Pastor invitó a participar en los cursos de formación o de catecumenado de adultos, a apoyar y servir en las actividades evangelizadoras y a ser «voluntarios de la caridad».
Al concluir, Mons. Lorca Planes pidió una oración especial por los sacerdotes, que van a comenzar Ejercicios Espirituales. También alentó a orar por los seminaristas de la Diócesis, a los que animó a agruparse bajo el altar para dar testimonio de cómo el Señor sigue llamando a numerosos jóvenes, quienes fueron acogidos con un fuerte aplauso.
«Firmes en la fe y arraigados en Cristo». Como reza el lema de la pasada Jornada Mundial de la Juventud, que ayer sonaba durante este acto, la Diócesis de Cartagena abría ayer este Año de gracia para toda la Iglesia, enraizada en estos pilares, bajo la mirada de la Santísima Virgen María que dese el Altar, -como propone el Sr. Obispo en su Carta Pastoral- se hacía presente como Guía y Modelo de Fe.
Cristina Abbad Luengo
Delegada de Medios de Comunicación
Obispado de Cartagena