Francisco Saorín Guillamón recibió ayer el sacramento del Orden Sacerdotal en la parroquia de San Juan Bautista de Archena.
«Has sido llamado por Dios, por Cristo, por la Iglesia a una vida de servicio en el amor cada día». Así comenzaba su homilía el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, en la ordenación sacerdotal de Francisco Saorín Guillamón. A las 20:00 horas de ayer comenzaba la celebración en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Archena, un templo que se llenó por completo de familiares y amigos que quisieron acompañar al ordenando en este día especial. La celebración también se pudo seguir en directo a través de las redes sociales y mediante la instalación de pantallas en el exterior.
Sencillez, humildad, cercanía y buen carácter fueron las palabras clave que el obispo de Cartagena quiso remarcar para el ministerio sacerdotal de Francisco, con las que identificarse para ser «un sacerdote que ayude a la gente a resolver los problemas». Pidió a Francisco no olvidar el regalo que Dios le ha hecho al fijarse en él para ser «testigo de la fascinación por lo sagrado en el mundo». Además, le recordó que, a partir de ahora, su misión será «sembrar, cultivar y fomentar la caridad que Dios ha derramado en los corazones».
Al finalizar la homilía, tuvo lugar el rito de la Ordenación. Por la imposición de manos y las palabras del obispo, Francisco recibió el Orden Sacerdotal. A continuación, fue revestido con la estola y la casulla, ungido con el Santo Crisma y recibió los símbolos del sacerdocio: el cáliz y la patena. Tras el abrazo del obispo y los sacerdotes presentes, en señal de acogida, se convirtió en uno de los celebrantes principales.
Durante la acción de gracias, Francisco hizo un recorrido por su vida en el que quiso «dar las gracias de corazón» a todos los que le han acompañado, mostrándose agradecido por haber podido sentir el cariño y la cercanía de cada uno de ellos. También tuvo palabras de gratitud para la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Bullas donde ha servido como diácono, en especial para los enfermos a los que ha podido acompañar, reconociendo que para él esta etapa ha sido «una experiencia única», de puertas abiertas y acogida.
Mons. Lorca Planes hizo público el primer destino sacerdotal de Francisco que servirá como párroco en Nuestra Señora del Rosario de Corvera y Nuestra Señora del Rosario de Baños y Mendigo. Además, será el encargado de las iglesias de El Escobar, Santa Cruz y La Murta, y capellán del hospital Morales Meseguer de Murcia.
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