Mons. Lorca Planes a los caravaqueños en el día de la Exaltación de la Vera Cruz.
Miles de caravaqueños acompañaron el pasado sábado a su patrona en el día de la Exaltación de la Vera Cruz. A las 19:00 horas comenzaba, en la Basílica Santuario, la celebración de la Eucaristía presidida por el Obispo de la Diócesis de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes; acompañado por el Vicario Episcopal de la Zona Pastoral del Noroeste y párroco de El Salvador, D. Jesús Aguilar; así como por el Capellán de la Basílica Santuario de la Vera Cruz, D. Pedro Ballester, y otros sacerdotes que desarrollan su labor pastoral en Caravaca.
Entre los fieles se encontraban el Hermano Mayor de la Real e Ilustre Cofradía de la Vera Cruz, D. Pedro Pozo; el alcalde de Caravaca, D. Domingo Aranda; así como los representantes de Cofradía, Corporación Municipal, Comisión de Festejos y los tres Bandos festeros: Moro, Cristiano y de los Caballos del Vino.
Durante la homilía, Mons. Lorca Planes insistió en que la presencia de Dios en nuestra historia es motivo de esperanza, «si somos una sociedad triste y desesperanzada para qué seguir trabajando. Los creyentes tenemos que ayudar a los hombres a encontrar los motivos para la esperanza», explicó el Sr. Obispo, añadiendo además que «si el hombre prescinde de Dios es imposible ver el futuro con esperanza».
El Pastor Diocesano aseguró que en la sociedad actual hay muchas razones para la desesperanza, el miedo o el dolor, pero «aquel que ha descubierto a Dios presente en su vida, aquel que tiene fe y confía en Dios, descubre como el Señor vence a la muerte, venciendo así el obstáculo más grande para el hombre». El Sr. Obispo animó a los caravaqueños a seguir siendo testigos del amor de Dios, dándolo a conocer, sobre todo, a través de nuestro estilo de vida; «habéis irradiado la devoción a la Cruz al mundo entero», explicó.
Durante la celebración, Mons. Lorca Planes, impuso la cruz de cofrade a una veintena de personas, entre los que había niños y adultos.
Al finalizar la Eucaristía, los caravaqueños acompañaron en procesión a la Sagrada Reliquia alrededor de la muralla del castillo, custodiada por la Compañía de Armaos, como siempre que abandona su Santuario. Al concluir la procesión el Sr. Obispo bendijo el municipio de Caravaca desde los cuatro puntos cardinales.