“A partir de hoy ya no os pertenecéis, vuestro corazón pertenece a Dios”. Con estas palabras el Obispo de Cartagena exhortaba al compromiso y la fidelidad a los cinco jóvenes seminaristas que en la tarde de ayer fueron ordenados diáconos. “Lo esencial es que hoy vais a decirle a Dios una palabra de fidelidad, una palabra que os costará la vida”, añadió Mons. Lorca, recordándoles que no estarán solos, “os acompañaremos en este ministerio y pediremos al Señor que os bendiga para que os dé fuerzas”.
La parroquia de San Andrés de Murcia acogió la celebración, en la que fueron ordenados tres seminaristas del Seminario Mayor San Fulgencio –Álvaro Manuel Garre Garre, Francisco José Martínez García y Javier Mateos Mulero– y dos del Seminario Redemptoris Mater –Daniel Fernández López y Juan Chen Yuyang–. La celebración fue presidida por el Obispo de Cartagena, que estuvo acompañado por el Arzobispo emérito de Burgos y Administrador Apostólico de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Mons. Francisco Gil Hellín, y un amplio número de sacerdotes concelebrantes.
Mons. Lorca instó a los seminaristas a mantenerse firmes en la fidelidad y en la entrega a los demás: “Tenéis que olvidaros de vosotros mismos y abrir los ojos a los invisibles, a la gente que no cuenta, a los que os necesitan, a los que quieren oír la Palabra de Dios, no vuestras opiniones”.
En nombre de los nuevos diáconos, Javier Mateos dirigió unas palabras de agradecimiento al Obispo, a los seminarios y formadores, y a sus familias, amigos y parroquias de origen y en las que han estado de pastoral. “Queremos ser signos vivos de la presencia de Dios en el mundo. Que, como María con el pesebre, podamos convertir los corazones en un lugar donde Jesús pueda nacer”, dijo.