Convivencia sobre el Comercio Justo en Cádiz. La semana pasada tuvo lugar en la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima de El Colorado una jornada de formación y convivencia de los voluntarios que forman parte del Proyecto Kuyapayana de Comercio Justo. A esta convocatoria asistieron unos 40 voluntarios llegados de diferentes lugares de la Diócesis: La Línea de la Concepción, Paterna de Rivera, Chiclana de la Frontera, El Colorado y Cádiz.
Este encuentro surge de la demanda de los voluntarios de tener espacios periódicos de encuentro. Para esta ocasión, por ser el primero a celebrar, el programa del día consistió en una serie de actividades que favorecieron el conocimiento y el intercambio de experiencias y motivaciones de los voluntarios que forman parte del proyecto.
En la actualidad, el proyecto Kuyapayana tiene abiertas de forma permanente en la Diócesis tres tiendas de venta de productos de Comercio Justo. Las tiendas están ubicadas en Paterna de Rivera, El Colorado y Cádiz. Igualmente, en Chiclana y La Línea de la Concepción se pueden adquirir productos de comercio justo a través de mercadillos que se organizan en distintos momentos del año.
Todas las tiendas de Cáritas son atendidas por personas voluntarias que, a la vez que atienden a los clientes, ofrecen información sobre los productos en particular y sobre el comercio justo en general. Todas las personas interesadas en colaborar como voluntario en el proyecto Kuyapayana puede dirigirse a una de las tres tiendas.
El Proyecto Kuyapayana, término de las lenguas indígenas Quechua y Aymará cuya traducción es CARIDAD, es la apuesta de Cáritas Diocesana de Cádiz y Ceuta por el Comercio Justo. El Comercio Justo es una alternativa al comercio tradicional que, además de guiarse por criterios económicos, incorpora valores éticos y ofrece productos de gran calidad. No es una ayuda sino una actividad comercial.
La diferencia con el comercio tradicional está en que al productor se le paga un precio justo por su trabajo, que le permite vivir con dignidad y asegurar sus necesidades básicas (alimentación y educación de su familia…). Y a ese precio, acordado por las organizaciones de Comercio Justo y los productores, se le suma un "extra" o "premium", un porcentaje del precio final del producto, que las comunidades productoras destinarán a proyectos comunitarios de sanidad, educación…