La Iglesia celebra el domingo 29 de diciembre la Jornada de la Sagrada Familia con el lema “Familia, fuente de esperanza”.
Los obispos recuerdan que la familia es la comunidad que une persona y sociedad. «La propuesta cristiana muestra la familia como lugar de encuentro y apertura, donde se vive la reciprocidad, el amor y la fecundidad. En ella, la persona no solo se forma como individuo, sino también como miembro de una comunidad que camina hacia Dios y hacia los demás».
En relación al próximo jubileo, afirman que «la vivencia del año jubilar es una invitación a fortalecer los lazos de amor en nuestras relaciones y a reconocer la dignidad de cada persona, especialmente en un momento en que las dinámicas sociales pueden llevar a la división y al desencuentro. La familia cristiana es llamada a ser testigo de esta misericordia divina, que no se cansa de perdonar y de renovar todas las cosas. En este tiempo de gracia, es fundamental que nos esforcemos por restaurar la confianza y el respeto mutuo, comenzando por el seno del hogar. La familia, según el designio de salvación de Dios, es el lugar donde renace la esperanza donde podemos aprender a buscar la verdadera felicidad, una felicidad que se realice definitivamente en aquello que nos plenifica, es decir, en el amor, para poder exclamar, ya desde ahora: soy amado, luego existo; y existiré por siempre en el amor que no defrauda y del que nada ni nadie podrá separarme jamás. En la familia es donde experimentamos este amor incondicional, que es reflejo del amor infinito de Dios».
Por último, los obispos invitan a contemplar el ejemplo de la Sagrada Familia «que, incluso en la pobreza y en las dificultades, vive el amor y la comunión. El tiempo de Navidad es tiempo de esperanza que se hace caridad. Movidos por el amor busquemos caminos concretos para compartir nuestro tiempo y nuestros bienes con los más pobres y desfavorecidos. Queremos dirigir una palabra especial a las familias que pasan por momentos de prueba, quienes sufren la enfermedad, la pérdida de seres queridos, la pobreza o la incomprensión. ¡No perdamos la esperanza! El Señor camina a nuestro lado y renueva su promesa de vida abundante».
Materiales de la Jornada de la Sagrada Familia