Jacques Philippe, sacerdote francés perteneciente a la Comunidad de las Bienaventuranzas, ha dirigido hoy el primero de sus retiros, dirigido especialmente a laicos, en Cádiz. El Colegio de los Salesianos ha acogido esta jornada de oración en la que se han reunido numerosas personas de la diócesis que han seguido, atentamente, las Enseñanzas de este autor espiritual.
La jornada se ha dividido en dos partes, por la mañana, tres enseñanzas o meditaciones, pero antes una oración inicial que ha dirigido Mons. Rafael Zornoza. El tema del sufrimiento y la actitud cristiana ante esta realidad ha sido el eje de la jornada.
Philippe ha invitado a los presentes a descubrir la llamada que Dios hace a través de los momentos difíciles «las situaciones difíciles nos enseñan qué es creer, qué es esperar y qué es amar». Nuestro trabajo es descubrir «cuál es la llamada de Dios en esa circunstancia (…) sabiendo que no puedo cambiar las cosas exteriormente pero interiormente puedo tomar sencillas decisiones» que ayuden a madurar espiritualmente y a reconocer a Dios en cada una de las situaciones de nuestra vida.
En este sentido, el autor de «La Paz Interior» ha destacado cómo la vida de oración es el primer punto para descubrir esa llamada de Dios en una situación difícil. Philippe explicaba que «Con mucha frecuencia las pruebas que pasamos, son pruebas de amor. Una prueba es la verdad del amor, lo que tengo en mi corazón. Esa prueba para mí puede ser una invitación, una llamada, una oportunidad para una fe más profunda, para una esperanza que se apoya más en Dios y para un amor más verdadero».
El escritor hacía referencia en su segunda meditación al tiempo, al futuro…»Hoy en día la gente va queriendo conocer el futuro, perder el tiempo. Mi futuro se lo confío a Dios, mi pasado se lo confío a su misericordia. No le podemos pedir a Dios una luz que le permita decirnos el futuro. Es inútil, si me conformo con vivir un día tras otro, Dios nos dará la luz. Hagamos hoy lo que me parece mejor, con confianza y con abandono».
Otra meditación se ha centrado en el consuelo de Dios. En referencia a este tema, Jacques Philippe ha afirmado que un gran escollo ante el que nos encontramos en la actualidad es que la sociedad no sólo esconde el sufrimiento sino que se niega a darle sentido. Sin embargo, el sacerdote francés ha recordado que si bien en algunos momentos, la enseñanza de algunos cristianos se ha centrado demasiado en el sufrimiento, éste no se ha de buscar sino que se tiene que aceptar en la medida que venga ya que «no es el sufrimiento lo que salva sino el amor, porque no siempre es negativo: a veces puede ser positivo porque nos hace pobres, porque eso nos puede liberar de un orgullo, de una autosuficiencia. Nos hacemos pequeños y nos hace más humanos».
La jornada ha concluido con una oración frente a la imagen de Santa Teresita de Lisieux, en la que los asistentes han puesto sus intenciones y anhelos en manos De Dios a través de la Santa para culminar con la Bendición.