Se anunciará próximamente y se preveé que sea una vez pasado el mes de octubre.
Hasta entonces, D. Antonio Ceballos, seguirá ejerciendo el ministerio episcopal como Obispo Administrador Apostólico, no como Obispo titular. A partir de ese momento, será obispo emérito de la Diócesis de Cádiz y Ceuta.
No se quedará en Cádiz. Irá a Jaén capital, a la Residencia de las Hermanitas de los Pobres, desde donde seguirá trabajando. Allí permanecerá hasta que deje de valerse por sí mismo. Entonces volverá de nuevo a Cádiz, donde pasará sus últimos días y dónde será enterrado en la Santa y Apostólica Iglesia Catedral.
Durante los 18 años como Obispo de Cádiz y Ceuta ha ordenado unos 50 sacerdotes. Define a las nuevos presbíteros de la Diócesis de Cádiz y Ceuta como “muy alegres, preparados y buenos”.
Dos décadas al servicio de la Diócesis de Cádiz y Ceuta
Ordenado sacerdote en 1962, fue director espiritual del Seminario Mayor de Jaén en Granada, pasando a ser su rector en 1972. En 1985 sería nombrado director del Secretariado de la Comisión Episcopal del Clero de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
Tras recibir en 1988 la ordenación episcopal y ser designado para Ciudad Rodrigo, tres años después mostraría su conocimiento de la vida de los seminarios cuando, como visitador apostólico delegado por la Santa Sede, tuvo que visitar varios de ellos por numerosos puntos de España.
En Cádiz y Ceuta ha permanecido el grueso de su vida episcopal, desde 1993 hasta 2011. Casi dos décadas que le han valido para ganarse el cariño de sus fieles diocesanos, a uno y otro lado del estrecho, destacando ante todo su cercanía y su compromiso social con los más desfavorecidos.
Su último acto oficial en la ciudad será, posiblemente, la coronación de la Virgen de los Dolores de la Venerable Orden Tercera de Servitas, fijada para el próximo 17 de septiembre.