La Parroquia de Santa María de África fue el escenario de la celebración eucarística de envío y misio canónica de los profesores de Religión Católica de la Ciudad Autónoma. El acto, presidido por el Vicario de Ceuta, el padre Francisco Fernández Alcedo, tuvo lugar en el contexto del Año Jubilar y en la fiesta de los santos apóstoles San Simón y San Judas, ocasión que el Vicario aprovechó para recordar la raíz apostólica de la vocación docente y evangelizadora de estos educadores.
En su homilía, el Vicario subrayó que los profesores de Religión “están edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular”, recordando las palabras de san Pablo a los Efesios. “Vosotros no habéis sido llamados solo para enseñar una asignatura, sino para edificar personas, ayudando a que niños y jóvenes descubran que sus vidas también pueden sostenerse sobre Cristo”. Destacó que el trabajo de los docentes “muchas veces discreto y silencioso, es una obra de construcción espiritual”, donde cada gesto y cada palabra en el aula contribuyen a levantar ese templo vivo del Señor.
Refiriéndose al salmo responsorial “A toda la tierra alcanza su pregón”, animó a los profesores a evangelizar con el testimonio, recordando que su labor no siempre requiere palabras, sino coherencia, cercanía y amor: “Vuestro pregón alcanza corazones que quizá no pisan nuestras iglesias, pero que pueden intuir, a través de vuestro ejemplo, la belleza de creer y la alegría de quien sirve con amor”.
El padre Francisco destacó también que este envío se produce en el marco del Año Jubilar, lo que da a la Missio canónica un significado especial: “Es un envío jubilar, una llamada a ser testigos de la esperanza, a abrir caminos de encuentro, a sembrar paz en el corazón de las nuevas generaciones”. En este sentido, resaltó el valor del trabajo de los profesores en una ciudad “de frontera y de encuentro entre religiones”, donde su testimonio cristiano “se convierte en un puente de diálogo y de esperanza”.
Al final de la celebración, los profesores de Religión recibieron la Missio canónica como signo del envío de la Iglesia y del compromiso renovado con su vocación educativa y evangelizadora.
Concluyó confiando a todos los docentes a la intercesión de Santa María de África, “Que os enseñe a mirar con los ojos de fe, a educar con paciencia y vivir vuestra vocación como un servicio alegre al Evangelio”.

