El Seminario San Bartolomé de Cádiz inicia esta semana, como cada año, su campaña con motivo del Día del Seminario, una jornada de gran importancia para la Iglesia. Como en ediciones anteriores, las actividades se desarrollarán en colegios, institutos y parroquias de la diócesis, con el objetivo de hacer llegar a los fieles la belleza de las vocaciones sacerdotales y transmitir el mensaje del Día del Seminario, que, como cada año, se celebra el 19 de marzo, solemnidad de San José.
El lema de la campaña de este año es Sembradores de esperanza, en sintonía con el Jubileo, y pone de relieve la esperanza como una virtud «sorprendente» que se acompaña de ilusión y de la «sorpresa continua» que Dios ofrece a lo largo del camino de fe. Esta jornada también pone énfasis en la Iglesia como «un pueblo que camina», recordando que todos, desde Abrahán hasta el presente, formamos parte de un peregrinaje hacia Dios. Además, se destaca el papel de Cristo, el verdadero sembrador de esperanza, y la labor de los sacerdotes como ministros que lo representan sacramentalmente en la comunidad.
El Día del Seminario es una ocasión para la oración y para promover las vocaciones al sacerdocio. Desde el Seminario San Bartolomé destacan que cada vocación es un verdadero milagro y subrayan la importancia de las comunidades parroquiales en el cuidado y acompañamiento de los futuros sacerdotes. En un momento difícil a nivel vocacional, en el que parece que muchos jóvenes se alejan de la Iglesia y rechazan la llamada del Señor, el Seminario insiste en que no debemos desanimarnos. «Sin sacerdotes no hay Iglesia», afirman, y animan a los fieles a colaborar activamente en el discernimiento vocacional.
Además de sus visitas y actividades, el Seminario San Bartolomé ofrece durante todo el año espacios de oración y encuentro con Dios, invitando a los jóvenes a reflexionar sobre lo que Dios les pide para sus vidas. La campaña también hace un llamamiento a la colaboración en el sostenimiento del seminario, recordando que, sin el apoyo de todos, la labor formativa y pastoral de los futuros sacerdotes sería imposible.
El Día del Seminario es una jornada crucial para renovar la esperanza en las vocaciones sacerdotales, destacar el papel fundamental de los sacerdotes y animar a los jóvenes a escuchar la llamada de Dios en sus vidas.