Sobre las 6 de la tarde del domingo 12 de febrero se clausuraba en la Casa de Ejercicios de la Inmaculada, en El Puerto de Santa María, una nueva edición del método de espiritualidad y de evangelización más practicado y recomendado por todos los santos a lo largo de la Historia: los Ejercicios Espirituales.
Organizado por las Parroquias gaditanas de Santo Tomás de Aquino y de Nuestra Señora de la Asunción se ofreció a toda la diócesis para quien estuviera interesado. Ha congregado a 33 personas, entre ellas 12 matrimonios. Ha sido dirigido por el P. Andrés Muñoz, párroco de la de Nuestra Señora de la Asunción.
Imposible poder relatar en pocas palabras todo lo vivido durante este fin de semana. Se ha hecho un recorrido por algunas de las contemplaciones de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. La clave ha sido el silencio, único requisito que se ha pedido a los asistentes. Silencio elocuente y creativo. Elocuente porque en el silencio ha sido posible hablar y escuchar al Señor. Y creativo porque en el silencio se configura la relación con Dios, nuestra relación con la Presencia de Dios.
Los Ejercicios Espirituales no se trata de sentimientos, sino de realidad. Se ha iniciado con la experiencia real de encuentro con la presencia de Dios en varios niveles. Presencia en cada uno porque estamos habitados por Espíritu Santo, Presencia de Dios en la Eucaristía y en la Palabra proclamada. Cuando descubres que estás habitado por Dios porque Él te quiere, tu vida se convierte en un cielo y se llena plenamente de sentido abriéndote al servicio a los demás. Estamos llamados a ser santos, ser otro Cristo, para esto hemos sido creados.
En la tertulia final se compartieron testimonios de lo vivido en los Ejercicios, siendo común el agradecimiento a Dios por este regalo y el agradecimiento al P. Andrés y a los organizadores. Ilusionados para lleva a la vida cotidiana lo experimentado en estos días y soñando con la edición del próximo año de estos Ejercicios Espirituales.