El aparato, único en su estilo, procede del clausurado convento jerezano del Espíritu Santo y ha sido recuperado tras desmontaje y minuciosa limpieza así como la sustitución de las pieles de sus fuelles, labor que ha corrido a cargo del profesional sevillano Abraham Martínez Fernández.
La Santa Iglesia Catedral del Salvador ha recuperado un viejo órgano construido por Guillermo D’Enoyer en 1781 y que, procedente del clausurado convento del Espíritu Santo a la marcha de Jerez de las religiosas dominicas contemplativas que lo ocupaban, tendrá su sede en el primer templo diocesano.
Superando el paso del tiempo, gracias al cuidadoso trato que pese a que superaba el medio siglo de inactividad le dispensaron las monjas, este valioso instrumento ha visto sustituidas las pieles de sus fuelles y ha sido dotado del motor que le faltaba al tratarse de tracción mecánica del mismo modo que ha sido desmontado y limpiado minuciosamente.
Se trata de una restauración realizada por el organista, organero y musicólogo sevillano Abraham Martínez Fernández que será inaugurada el próximo miércoles día 6 de junio en el marco de un concierto en el contará con la intervención al teclado de Ángel Hortas, director de la Capilla Musical Catedralicia que acompañará también esta intervención.
La actuación, que tendrá lugar en la Catedral a las nueve de la noche, estará presidida por monseñor José Mazuelos Pérez, obispo de Asidonia-Jerez y contará con el siguiente repertorio:
Suite francesa nº 5 en Sol mayor de J. S. Bach (a cargo solo del órgano)
Sinfonía de la Cantata nº 146 de J. S Bach.
Concierto Opus 7 nº 4 en Re menor de J. F. Haendel.
Concierto para órgano y orquesta en Sol mayor de C. P. E. Bach (hijo de J. S.)
Las tres últimas piezas contarán, junto a la interpretación con el órgano recién restaurado, con el acompañamiento de la Capilla Musical Catedralicia.