Al presbiterio de la Diócesis de Sevilla. Queridos hermanos en el sacerdocio:
Tras ser nombrado obispo de la Diócesis de Asidonia- Jerez por el Santo Padre Benedicto XVI, quiero expresar mi aprecio, admiración y gratitud a mis amigos y compañeros del presbiterio hispalense.
Cuando la Divina Providencia ha querido designarme como sucesor de los Apóstoles para presidir la ya querida Diócesis de Asidonia-Jerez, manifiesto ante todo mi adhesión y mi gratitud al Santo Padre por la misión encomendada. Al mismo tiempo, no puedo dejar de mirar atrás y recordar a mis antecesores, el apreciado D. Rafael Bellido Caro y D. Juan del Río Martín, que también fueron miembros de nuestro presbiterio y compartieron su sacerdocio con nosotros con gran generosidad y entrega.
Expreso mi gratitud al señor Cardenal, de quien recibí la ordenación sacerdotal el 17 de Marzo de 1990 y siempre me ha acogido con apertura y comprensión en los diversos ministerios encomendados. También manifiesto la afectuosa cercanía que me viene dispensando el Arzobispo Coadjutor. Para ambos, mi reconocimiento, veneración y mi disponibilidad.
No olvidaré los beneficios que he recibido de todos los sacerdotes que me han acompañado y enriquecido en mi formación y ministerio sacerdotal, a lo largo de mi vida, desde mi infancia en mi pueblo natal, pasando por el seminario, hasta el día de hoy. A ellos y a todos los fieles que se cruzaron en mi camino en el Priorato, Benacazón, la Universidad, la Hermandad de los Estudiantes, así como al Camino Neocatecumenal y a mi querido pueblo de Osuna, les doy infinitas gracias de todo corazón.
No puedo pasar por alto a los compañeros del Cabildo Catedral donde he tenido la oportunidad de conocer a grandes hombres y sacerdotes, y a los que estoy agradecido por su compañerismo y cercanía. Igualmente doy las gracias a la Universidad de Curas Párrocos donde siempre he encontrado acogida y calor fraterno.
Manifestada mi gratitud me pongo a vuestra disposición y os comunico que en la Diócesis de Jerez me encontraréis siempre para serviros en lo que sea posible. Os pido que no me olvidéis en vuestras oraciones y que tengáis libertad de espíritu para que nunca olvide que la gracia del ministerio lo llevo en vasija de barro, para que de esa manera sólo Dios se manifieste a través de mi ser y obrar en la nueva parcela de su pueblo.
Marcho alegre, gozoso y dispuesto a entregar mi vida a una Diócesis con raíces profundas en su fe y me acojo a la protección de la Santísima Virgen de los Reyes para que me ilumine y me sostenga en la misión de anunciar el Reino de Dios.
Con todo mi afecto, que el Señor os bendiga, recibid un abrazo fraterno.
José Mazuelos Pérez
Obispo electo de la Diócesis de Asidonia-Jerez
Sevilla 19 de marzo 2009