YO ESTOY MUY CAPACITADO PARA NO HACER NADA

Diócesis de Almería
Diócesis de Almeríahttps://diocesisalmeria.org/
La diócesis de Almería es una sede episcopal sufragánea de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Almería.

“Yo estoy muy capacitado para no hacer nada. No soy de esas personas que dicen que necesitan estar ocupadas para realizarse”, afirmaba hace unos años el genial actor Fernando Fernán Gómez. Y me pareció, en cierta manera, revolucionario. Sacar el máximo rendimiento a cada día, no desaprovechar ningún minuto porque solo se vive una vez y hay que exprimir la vida hasta el final, es el discurso dominante de esta sociedad caracterizada por la “dictadura del hacer”.

¿Qué somos? ¿Lo que hacemos? ¿Lo que se ve? Es cierto que el trabajo, el cuidado, el servicio, la entrega a los demás realiza y aporta, pero también somos “valiosos” cuando estamos en la retaguardia, cuando rezamos, cuando callamos, cuando nos aburrimos. Una abuela que va a recoger todos los días al nieto al colegio es tan valiosa como aquella que los tiene a 1000 km de distancia y todos los días se acuerda de ellos y reza para que estén bien. Recuerdo que, durante mi larguísima formación previa a ordenarme sacerdote, me preguntaban insistentemente: “¿Cuándo vas a cantar misa?” Y ahora, con mirada retrospectiva, me doy cuenta de que era tan valioso cuando echaba horas en la biblioteca o estaba en silencio en la capilla, que cuando celebro la misa o escribo estos artículos.

Hemos convertido el “no hacer” en signo de fracaso, de pereza, de ser unos vagos. Y a partir de ahí se nos ha invitado a acumular. Acumular compromisos, viajes, planes. Acumular para tapar quizás una realidad que nos cuesta trabajo mirar de frente: no somos tan imprescindibles como creemos. No todo depende de mis obras, de mis acciones. Incluso me atrevería a afirmar que podemos caer en un cierto narcisismo. A lo mejor, tendremos que aprender no solo a HACER, sino a DEJARSE HACER.

En la historia del cristianismo se nos ha invitado permanentemente a convertirnos, a hacer obras buenas, a comprometernos. Esto ya lo hacía Juan el Bautista y lo recordamos en estos domingos de Adviento. Y está bien. Pero a mí me seduce más esa otra lógica: la lógica del DON, del dejarse hacer, del dejarse querer. El resultado de tanto amor recibido será devolver a Dios y a los demás ese amor en forma de obras y palabras bonitas. Pero el orden de los factores es importante en esta ecuación. “Para que Dios me quiera, tengo que convertirme” (modo Antiguo Testamento) versus “Me quiere, me regala tanto que no tengo más remedio que comprometerme con el Reino” (modo Jesús de Nazaret).

En una sociedad (y una iglesia) que nos atiborra de estímulos, de tareas, de planes, proyectos, cursos… lo revolucionario es el descanso, el aburrimiento. Hay que reconocer que no se puede con todo ni con todos. Que muchas veces somos valiosos en la retaguardia. Y que eso no nos hace más perezosos ni más inútiles. Solo nos hace más humanos, más necesitados de ayuda. Más conscientes de que no somos superhéroes, ni falta que nos hace.

Ramón Bogas Crespo

Director de la oficina de comunicación del obispado de Almería

[embedded content]

Ver este artículo en la web de la diócesis

Contenido relacionado

II JORNADA DE FAMILIARIZACIÓN TURÍSTICA

El pasado miércoles, día 17 de abril, se celebró en la...

Una familia entera de Guinea Bissau se bautiza en Campohermoso

La tarde del 20 de abril, vísperas del...

DAME MAS GASOLINA, por Ramón Bogas Crespo

Todos nos cansamos, pero no podemos estar siempre cansados. Una tarde,...

Enlaces de interés