La solemnidad de la Inmaculada Concepción, fiesta de la Patrona de España, fue un día de alegría y religiosidad en la diócesis, expresión de la devoción y amor que los fieles profesan a la Virgen María. La Misa estacional de la Catedral presidida por el Obispo diocesano contó con la presencia de ambos Seminarios diocesanos (Mayor y Menor). Los seminaristas menores y el puñado de vocaciones en cultivo que se agrupan en el Preseminario participaron con especial alegría, porque el Seminario Menor de Almería está puesto bajo la protección de la Inmaculada. Concelebraron con el Obispo los formadores de los Seminarios y otros sacerdotes.
Al final de la Misa, que contó también con la presencia de las directivas de las Hermandades y Cofradías de la Agrupación de la Capital, el Obispo impartió la Bendición Papal, que el Prelado imparte tres veces al año, conforme a la concesión tradicional de la Penitenciaría Apostólica, facultando a los obispos a dar la Bendición Apostólica en nombre del Romano Pontífice.
El Cabildo Catedral estuvo asimismo acompañado por el Seminario Mayor en la Vigilia de la Inmaculada celebrada en el primer templo de la diócesis, que como estos últimos años viene preparando esta vigilia como solemne Oficio de Lecturas. En ella se anticipa a las primeras horas de la vigilia, el oficio de la Inmaculada. El canto se realiza en el marco de la solemne exposición del Santísimo.