
En la parroquia de Santa Teresa, el lunes 18, a las 20:00 horas, no cabía un alma. El Coro de jóvenes, venidos de Ucrania con sus “bandurras”, instrumentos de cuerda del siglo XIX, parecidas a los salterios, nos deleitaron con 23 villancicos del repertorio tradicional de sus tierras, desde las inmensas planicies a las montañas. Eran jóvenes eslavos con unas poderosas voces, que habían hecho un paréntesis en la guerra para venir a cantar. Otros, de las casi cien voces que componen el conjunto vocal, no obtuvieron el permiso de sus mandos.
Los cánticos de Navidad fueron un brindis a la paz. El público estaba entregado, ante esos 60 jóvenes hombres, y una soprano, que vestidos con el típico traje de los cosacos y siempre con una sonrisa en los labios, nos entregaron lo mejor de su repertorio. Nuestro obispo Antonio les dio la bienvenida y nos alentó a todos a trabajar, cada uno desde nuestra posición, por la paz.
Fue hora y media de poemas y villancicos. Antes de cada canción un joven proclamaba un hermoso poema introductorio (que nos entregaron traducidos) que hablaban de sus tradiciones navideñas. Algunas lágrimas se asomaron a los ojos de los asistentes.
Gracias a la comunidad ucraniana en Almería y al Padre Vasyl que han hecho posible este maravilloso espectáculo.