El pasado viernes, 25 de septiembre, 15 adolescentes y adultos, de la parroquia de El Salvador de Jaén, recibían el Sacramento de la Confirmación de manos de nuestro Obispo, Don Amadeo Rodríguez Magro.
Los confirmandos y catequistas participaron en las lecturas y en la oración de los fieles. El Evangelio fue proclamado por el párroco, D. Francisco Rosales.
Asimismo, la celebración eucarística contó con el acompañamiento musical del coro parroquial.
Homilía
Don Amadeo, comenzó su homilía dirigiéndose a los confirmandos para manifestarles que “sois el fruto de una comunidad cristiana. Os han dado ejemplo de vida cristiana vuestra familia, vuestros catequistas, formadores…”. Y añadió: “La iglesia nos ofrece la catequesis, unos encuentros de vida cristiana para que vayáis creciendo en la vida cristiana y aprendiendo como debe de sentir de actuar de valorar las cosas un cristiano”.
Además, Monseñor Rodríguez Magro les recordó que “hoy recibiereis una mayor plenitud del Espíritu Santo”, para continuar explicándoles que con este sacramento se cumple la iniciación cristiana, “pero aún os queda un largo camino por recorrer y en el camino de la vida siempre hay que elegir el camino del bien. Hay que elegir paso a paso ante las circunstancias y elegid el bien”. En este sentido, el Obispo subrayó que “el bien os beneficia a nosotros mismos y beneficia a los demás. Por eso, siempre que podáis, elegid el bien, elegid la voluntad de Dios”.
Por último, apuntó que el Sacramento de la Confirmación es una opción libre y de amor a Jesucristo. “Es una decisión libre y personal vuestra, porque amáis a Jesucristo y porque Él le da sentido a vuestra vida”. Para finalizar recordándoles que “no estaréis solos en vuestro camino, porque lo que estamos haciendo es comunidad. Vais a recibir los dones del Espíritu Santo. Dejaos acompañar por él”.
Después, los confirmandos renovaron sus promesas bautismales y, tras la imposición de manos, uno a uno, acompañados de sus padrinos, se acercaron hasta el Obispo para que los ungiera con el santo óleo, recibiendo, así, el Sacramento de la Confirmación.
Tras la felicitación del Obispo al párroco, a los catequistas, a los confirmandos y a toda la comunidad parroquial, la Eucaristía finalizó con una foto de familia.
